Con el fin de las vacaciones, se vuelven a establecer las rutinas y estas hacen que sea mucho más complicado seguir sin fumar para aquellos que lo estáis intentando. Preparar el café, ducharse, escuchar la radio, ir conduciendo al trabajo o ver una serie después de cenar, forman parte de la vida cotidiana y son costumbres que están muy asentadas ya que más o menos todos los días transcurren de manera parecida. 

El tabaquismo tiene aspectos físicos, mentales y sociales y por eso se asocia también a acciones como fumar mientras se toma el café, se saca de paseo al perro o se conduce de camino al trabajo. Por ejemplo, muchos fumadores encienden el primer pitillo de la jornada escasos minutos después de despertarse, mientras hacen alguna tarea del día a día por lo que las mañanas suponen un verdadero reto para quienes estáis dejando de fumar y además acabáis de regresar de vacaciones. Sin embargo, aquí podéis encontrar 10 pequeños consejos para modificar la rutina y hacer que el reto sea un poco más fácil:

·Retira de todos los espacios los artículos relacionados con el tabaco como los ceniceros, los mecheros y por supuesto los cigarrillos.

·Si convives con un fumador que no se plantea dejarlo al mismo tiempo será necesario pedirle que no lo haga delante de ti especialmente en los primeros días.

·Realiza una pequeña reflexión acerca de los momentos y lugares en los que fumabas. Esto puede ayudarte a ser más consciente del impacto de la rutina en tus decisiones. Esta reflexión te ayudará a realizar modificaciones a lo largo del día.

·Si estás acostumbrado a levantarte, tomarte el café fumando y después ducharte, puedes invertir el orden ducharte primero, vestirte y tomar el café fuera de casa en un lugar en el que no se pueda fumar.

·Para comenzar el día sin humo, el camino de las mañanas más sanas comienza variando el propio desayuno. Es otro recurso que puedes poner en práctica, sustituye bebidas como el café por el té o zumos de frutas contribuye a hacer diferentes los días y alejarte de la rutina asociada al tabaco. Incluso, cambiar de taza por una nueva que guste más puede ayudarte en el propósito de abandonar el tabaco.

·Practica deporte, es un buen hábito que puede jugar a tu favor. Puedes despertarte un poquito antes o dedicar un tiempo por la tarde para caminar un par de kilómetros o hacer una breve tabla en casa. Son acciones sencillas pero muy efectivas para dejar de fumar.

·Si se fuma mientras se conduce de camino al trabajo, el consejo es: busca un itinerario diferente, enciende la radio y canta. Mientras se canta no se puede fumar. De esta manera, puedes superar la tentación de fumar.

·Si para ti el coche es el lugar donde piensas en lo ocurrido durante el día y te relajas sabiendo que ya estás de camino a casa fumándote un cigarrillo, una buena idea es hacer una limpieza a fondo en el coche. Quedará tan limpio y olerá tan bien que se te quitarán las ganas de fumar más en él.

·Otro momento complicado suele ser cuando estás en un atasco y ves a otro fumador dando caladas. En esos momentos puedes recordar que ya no eres fumador, tus razones para dejar de fumar (los hijos, el ahorro en tabaco para vacaciones o tener una mejor salud).

En estas situaciones, en el caso de ansiedad ante el abandono del tabaco, las ganas de fumar suelen pasarse en cinco minutos. Para que estos minutos pasen sin encender un cigarro, el médico puede ser un aliado en la cesación tabáquica.

De hecho, el consejo más importante para aquellos que intentan abandonar el tabaco es:

·Una vez has decidido dejar de fumar, planifica una cita con tu médico para que te proporcione la información necesaria según tu caso concreto y te asesore sobre los recursos que te pueden ayudar a superar las posibles recaídas.

El abandono definitivo del tabaco se consigue paso a paso. A veces puede agobiar plantearse un objetivo a muy largo plazo pero si se piensa como un reto de cada día, y el fumador se felicita por cada pequeño objetivo conseguido, mantendrá su motivación a más largo plazo.

El papel del médico en la cesación tabáquica es clave. Se estima que una conversación de entre 2 y 5 minutos con el profesional sanitario duplica las posibilidades de éxito de dejar de fumar de manera definitivai ya que el profesional sanitario cuenta con la información y recursos necesarios para facilitar el proceso de dejar de fumar y valorar la conveniencia de indicar tratamiento farmacológico en los casos que sea recomendable.

El primer cigarro de la mañana, el más dañino

Cuanto más pronto se enciende una persona un cigarrillo tras despertarse, más probabilidades de desarrollar cáncer oral o de pulmón, de acuerdo a una investigación de la Universidad de Pennsylvania, que publicó la revista “Cancer, Epidemiology, Biomarkers and Prevention”. Los investigadores encontraron que alrededor del 32% de los participantes fumaban a los cinco minutos de despertarse, el 31% lo hacía entre 6 y 30 minutos después, el 18% entre 31 y 60 minutos más tarde, y el 19% fumaba más de una hora después de levantarseii.

Referencias

i Hughes JR. New Treatments for Smoking Cessation. CA Cancer J Clin. 2000; 50: 143 – 151

ii Steven A. Branstetter and Joshua E. Muscat. Time to First Cigarette and Levels in Adult Smokers. 2013. The Pennsylvania State University, 315 E. HHD


Fuente: Weber Shandwick