Los pacientes con enfermedad cardiovascular –la primera causa de mortalidad en España– quieren información fiable y personalizada sobre su enfermedad, sin paternalismos, con herramientas necesarias a su disposición en el Sistema Nacional de Salud para poder ser agentes activos de su propia dolencia.

Así lo pondrán de manifiesto en el II Congreso de pacientes cardiovasculares que Cardioalianza celebra en el Auditorio Josep Irla de Girona los días 22 y 23; un evento en el que participarán pacientes y familiares, asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios venidos de diferentes puntos de España, así como representantes del Ministerio de Sanidad y de la administración autonómica y local. Esta actividad se enmarca dentro las acciones que Cardioalianza organiza con motivo del Día Mundial del Corazón que se celebra el próximo 29 de septiembre.

Como recuerda Maite San Saturnino, presidenta de Cardioalianza, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un conjunto de patologías diferentes, como la cardiopatía coronaria, la enfermedad cerebrovascular, las cardiopatías congénitas, la insuficiencia cardiaca, la trombosis venosa profunda o la embolia pulmonar.

En el año 2014 tres de cada 10 muertes registradas en España (29,66%) se debieron a una enfermedad cardiovascular, según un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado en marzo de 2016[i]; situándose por delante del cáncer y de las enfermedades respiratorias. Con más de 100.000 muertes anuales, este grupo de enfermedades representan además la primera causa de hospitalización (por delante incluso de las causas obstétricas).

“Lo positivo es que la mayoría de estas patologías podrían prevenirse actuando sobre los llamados factores de riesgo, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física, la hipertensión arterial, la diabetes y el aumento de los lípidos. Tenemos un reto importante como sociedad y es nuestra responsabilidad actuar ya”, subraya San Saturnino.

Mortalidad a la baja

Dña. Paloma Casado, Subdirectora General de Calidad y Cohesión del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI), recuerda precisamente que a pesar de la elevada prevalencia de los factores de riesgo evitables, “tras décadas de incrementos continuados, la mortalidad prematura por cardiopatía isquémica se ha reducido a la mitad en España, tanto en hombres como en mujeres. Este logro está asociado probablemente con  la disminución de la prevalencia de consumo de tabaco, con la mejora de los procesos de atención temprana a estas patologías (código infarto, código ictus), y con la mejora en el manejo farmacológico de los factores de riesgo (incremento en el uso de medicamentos para control del riesgo vascular: estatinas, antihipertensivos, antiagregantes, anticoagulantes). Sin embargo, no disminuye tanto la morbilidad hospitalaria (altas) por isquemia cardiaca, sobre todo debido al envejecimiento y la cronificación de estas patologías”.

“A su juicio, estas estrategias de prevención primaria y secundaria han sido eficaces a nivel poblacional y deben continuar en el futuro, puesto que aún quedan oportunidades de mejora, por ejemplo, en el control de tabaquismo (prevalencia creciente en mujeres en edades medias, deshabituación en grandes fumadores, o alta prevalencia en jóvenes de ambos sexos) y en la detección, tratamiento y control del riesgo vascular elevado”.

El Dr. Ramón Brugada, Director del Centro de Genética Cardiovascular del Instituto de Investigación Biomédica de Girona, coincide en la importancia de la prevención. “Los factores de riesgo del infarto, principal causa de la muerte súbita, son archiconocidos. Salvo una parte relacionada con la genética, que no se puede modificar, el resto son factores que se pueden manejar y prevenir, como la diabetes, el colesterol, la hipertensión, la obesidad, el tabaquismo o el sedentarismo”, subraya el cardiólogo del Hospital Universitaria Dr. Josep Trueta de Girona.

Esta prevención, insiste el especialista, debe iniciarse desde los primeros años de vida. “El aumento de obesidad infantil al que estamos asistiendo significa que en unos años tendremos un aumento de la enfermedad coronaria y más muertes súbitas a edades jóvenes”, advierte el Dr. Brugada.

Un papel más protagonista

“Las asociaciones de pacientes estamos impulsando el cambio necesario que necesita el Sistema en relación al mayor empoderamiento del paciente y demandamos tener un papel protagonista en la planificación de las políticas sanitarias, su seguimiento y evaluación, como agentes activos del Sistema que venimos a complementar la cartera pública de servicios, con información, orientación u ofreciendo rehabilitación cardiaca, entre otros servicios”, apunta por su parte la presidenta de Cardioalianza.

San Saturnino aboga desde Girona por “una humanización de la sanidad, dejando atrás el histórico paternalismo, para conseguir una relación de igual a igual entre médico y paciente. Este cambio de paradigma en la relación médico-paciente hace necesario también incorporar planes de formación dirigidos a los profesionales sanitarios para darles herramientas y habilidades que potencien y mejoren la comunicación con los pacientes”.

Además de las ponencias y conferencias, durante este congreso los pacientes con enfermedad cardiovascular podrán participar en mesas de debate y talleres prácticos gratuitos. El congreso podrá seguirse además en las Redes Sociales bajo el hashtag #congresopacientesECV.

Factores de riesgo modificables

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (ECV), es decir, del corazón y de los vasos sanguíneos, son la principal causa de muerte en el mundo, aunque la mayoría de ellas podrían prevenirse actuando sobre los factores de riesgo como el consumo de tabaco, una dieta inadecuada, la obesidad, la inactividad física, la hipertensión arterial, la diabetes o el aumento de los lípidos.

De hecho, estos factores de riesgo modificables son responsables de aproximadamente un 80% de los casos de cardiopatía coronaria y enfermedad cerebrovascular y hasta el 90% de los infartos, según estima la Sociedad Española de Cardiología (SEC)[ii].

Según datos del INE, por sexos, las enfermedades isquémicas del corazón fueron la primera causa de muerte en los hombres y las enfermedades cerebrovasculares en las mujeres. Mientras que por Comunidades Autónomas, Galicia, Andalucía y Asturias son las que cuentan con un porcentaje de mortalidad por enfermedad cardiovascular más elevado; mientras que Canarias, Madrid y País Vasco son las regiones de menor mortalidad cardiovascular en España. Las enfermedades cerebrovasculares y la insuficiencia cardiaca provocan el 38% de las muertes por ECV.

Como recuerda el Dr. Brugada, realizar ejercicio físico al menos 30 minutos al día, no fumar, no abusar del alcohol, seguir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y pescado azul, reducir el consumo de grasas saturadas y de sal son hábitos clave para prevenir las enfermedades del corazón. En este sentido, desde Cardioalianza, Maite San Saturnino aboga por que el Sistema Nacional de Salud invierta más recursos en prevención para evitar el coste social que provocan estas patologías.

En el caso de las cardiopatías congénitas, por ejemplo, ha recordado San Saturnino, algunos padres se ven obligados a dejar de trabajar para cuidar a sus hijos. Mientras que en el caso de las patologías de los adultos, como la insuficiencia cardiaca crónica, “en la mayoría de los casos es la pareja o los hijos del paciente quien está asumiendo los cuidados necesarios”.

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Referencias

[i] Informe INE 2014. Se puede consultar en: http://www.ine.es/prensa/np963.pdf

[ii] Informe Sociedad Española de Cardiología (SEC) abril 2016. Se puede consultar en http://secardiologia.es/comunicacion/notas-de-prensa/notas-de-prensa-sec/7266-la-enfermedad-cardiovascular-encabeza-la-mortalidad-en-espana

 

Fuente: Berbes Asociados