Alprostadilo en crema, el tratamiento de uso tópico de primera línea  de Casen Recordati para la disfunción eréctil (DE), protagonizó uno de los talleres sobre DE que formaron parte de la agenda del 38º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), celebrado en Santiago de Compostela (A Coruña). Así, tal y como indicaron el Dr. Froilán Sánchez, Médico de AP, sexólogo clínico y coordinador del Grupo de Trabajo en Sexología de SEMERGEN y la Dra. Mª José Tijeras, Médica de AP, sexóloga y miembro del Grupo de Trabajo en Sexología de SEMERGEN en el Taller ‘Alternativas Terapéuticas en Disfunción Eréctil’, un elevado número de pacientes diagnosticados con DE notaron una mejoría en sus erecciones gracias a alprostadilo en  crema, dada su indicación para pacientes con DE de reciente aparición y patología leve a moderada”.

De esta manera, tal y como manifestaron ambos expertos en el marco de este taller, “la experiencia observada hasta ahora con alprostadilo en crema refuerza su idoneidad como tratamiento para la disfunción eréctil de primera línea, alternativo a los tratamientos orales, tanto por ser un tratamiento tópico y seguro, como por su eficacia clínica”.

Alprostadilo en crema se dispensa bajo prescripción médica y se administra, en una pequeña cantidad, con un aplicador monodosis en el meato, actuando de forma directa sobre la erección. Consigue un efecto rápido, transcurridos unos minutos desde su aplicación, gracias a un potenciador de absorción (DDAIP), que facilita la rápida absorción a través de la piel, lo que le permite ser eficaz de manera local sin presentar interacciones con alimentos o bebidas alcohólicas. Tal y como recordaron los expertos, “es fundamental que los médicos de Atención Primaria hablen detenidamente con el paciente sobre este tratamiento, e insistan acerca de la correcta aplicación y conservación del producto; desde que se recoge en la farmacia hasta el momento de utilizar, conservando la cadena de frio y respetando el correcto modo de aplicación”.

Además, otra de las características de este medicamento es su rápido inicio de acción, logrando una rigidez entre los 5 y 30 minutos desde su aplicación que puede durar más de una hora.

La disfunción eréctil en cifras

Se denomina como disfunción eréctil a la incapacidad de conseguir o mantener una erección lo suficiente para permitir una relación sexual satisfactoria.  Tal y como explicaron los doctores Sánchez y Tijeras, “sufrir problemas de erección es algo muy común, que la gran mayoría de los hombres sufre en algún momento a lo largo de su vida, debido a ciertos medicamentos, estrés o situaciones puntuales”. En este sentido, ambos expertos indicaron que esta problemática pasa a considerarse como disfunción eréctil cuando estos episodios se vuelven demasiado recurrentes o se establecen de manera permanente, “lo que es más común en aquellos pacientes que tienen diabetes, hipertensión, problemas neurológicos, cardiovasculares, prostáticos, o de colesterol, aunque también influyen el tabaco y el alcohol”, subrayaron.

Existen diversos tipos de disfunción eréctil: vascular -cuando hay problemas en el llenado y retención de sangre- ;neurológica - cuando existen problemas en la transmisión de los estímulos que el cerebro y la médula espinal envían al pene-; hormonal -por ejemplo, cuando el organismo produce menos hormona masculina de la que se necesita-; por medicamentos, algunos para tratar enfermedades como la hipertensión o la depresión afectan negativamente a la función eréctil-; o incluso psicológica - miedo a no conseguir una erección, problemas de pareja, depresión, estrés u otros problemas psicológicos pueden afectar al acto sexual-.

La disfunción eréctil es una patología común cuya prevalencia se estima entre el 2 y el 10% en hombres de entre 40 y 50 años, entre el 30 y 40% de entre 60 y 70 y en más del 50% en mayores de 70. Tal y como apuntan diferentes estudios epidemiológicos, se trata de una patología infradiagnosticada y subtratada. De hecho, tan sólo el 20% de los que la sufren consultan su problema con el médico.

 

Fuente: Hill+Knowlton Strategies