España, al igual que el resto de países europeos, se enfrenta a un serio problema de obesidad; ya que según datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 57% de la población española padece obesidad o sobrepeso, siendo España el segundo país de Europa con mayor prevalencia después de Reino Unido.

La obesidad es una enfermedad crónica, de tendencia epidémica y creciente, que predispone a otras enfermedades como por ejemplo la diabetes, la hipertensión arterial o la apnea del sueño, lo que lleva además a una reducción de la calidad de vida y aumenta el riesgo cardiovascular de los pacientes.

Johnson & Johnson Medical Devices Companies organiza un Simposio Científico en el marco del II Congreso de Obesidad y Complicaciones Metabólicas que se celebra en Sevilla. Bajo el nombre “Acceso y financiación de la cirugía bariátrica ¿Dónde estamos? El modelo público, el modelo privado, los conciertos”, reúne a distintos profesionales para debatir sobre la cobertura asistencial y el modelo de financiación que actualmente se está realizando a esta tipología de pacientes. Para ello, ha juntado a gestores y clínicos con el fin de debatir la realidad española.

Según afirma el doctor Salvador Morales Conde, coordinador de la Unidad de Innovación en Cirugía Mínimamente Invasiva del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, “se debe concienciar a los gestores de la inversión a largo plazo que supone la cirugía bariátrica, ya que el ahorro global por resolución de comorbilidades es importante”.

Por su parte, el doctor Joaquín Estévez Lucas, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) opina que clínicos y gestores deben trabajar de forma conjunta para aportar toda la calidad asistencial posible sin restar sostenibilidad al sistema, “el concepto de gasto o coste debe convertirse en concepto de inversión. Es prioritario trabajar evaluando resultados para dejar de invertir en aquello que es ineficiente y reinvertir en lo que verdaderamente lo es”, apunta.

Las personas obesas consumen alrededor de un 20% más de recursos sanitarios y un 68% más de fármacos que las que no lo son, “por lo que aunque la cirugía bariátrica requiera una inversión inicial, si se analiza el coste-efectividad de la misma, esta inversión se recupera alrededor de los 2,5 primeros años, lo que supone un ahorro significativo para el sistema”, explica el doctor Estévez, quien añade que, “aunque hay unos 2 millones de pacientes obesos y metabólicos con indicación quirúrgica en España, sólo 7.000 (un 0,35%) son sometidos a cirugía bariátrica cada año, por lo que quizás el modelo puede no ser el adecuado”.

En Andalucía se intervienen entre 400 y 500 pacientes anuales en los once centros públicos donde se realiza cirugía bariátrica, “en concreto en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla se intervienen entre 70 y 100 pacientes anuales”, pero según explica el doctor Morales, el problema es que el número de pacientes que llegan al hospital a los que se les indica este tipo de procedimiento, es superior al de los que se intervienen, “lo que lleva a un incremento de las listas de espera, que en nuestro caso en la actualidad es de 3 años y 3 meses”.

Prevención sí, pero potenciando la inversión en cirugía bariátrica y reduciendo las listas de espera

Ambos expertos coinciden en que la prevención es clave, pero que mientras se consiguen resultados de prevención hay que trabajar en resolver el problema e invertir para potenciar la cirugía bariátrica.

El doctor Estévez señala que “una forma de mejorar la situación podría ser haciendo más hincapié en la colaboración público-privada a través de acuerdos y conciertos con la sanidad privada, para poder mejorar la cobertura sanitaria de los pacientes manteniendo la sostenibilidad”.

Bajo el punto de vista del doctor Morales debe hacerse un esfuerzo por establecer grupos multidisciplinares y determinar una previsión real y ajustada a la entrada en lista de espera, “es muy importante la planificación de los pacientes que se va a realizar la intervención, planeando la cirugía con al menos tres meses de antelación, ya que un paciente previsto para cirugía con tiempo llega a quirófano bien preparado y el índice de complicaciones está demostrado que disminuye”, explica.

El problema es que actualmente, mientras un paciente está en la lista de espera caducan las pruebas, su situación cambia y aparecen nuevas comorbilidades, “por lo que nos encontramos con un paciente diferente al que se introdujo en la lista de espera 3 o 4 años antes, lo que obliga a realizar de nuevo muchas pruebas, y en consecuencia a un aumento del gasto”, apunta el doctor.

Para concluir, ambos destacan la importancia de jornadas como ésta, en la que clínicos y gestores debatan juntos para poder aportar una mejor calidad asistencial a este tipo de pacientes asegurando la sostenibilidad del sistema sanitario.

Desde Johnson and Johnson Medical Devices Companies agradecen la participación de los profesionales en este simposio científico, donde se sitúa al paciente en el centro del debate.

 

Fuente: Berbés Asociados