La Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM) celebra este sábado 18 de noviembre en el Hospital Universitario La Paz de Madrid el Día Mundial de la Prematuridad y, bajo este contexto, hará entrega del Premio 5ª Edición “Patuco de honor” a Juanma Iturriaga, ex jugador de baloncesto y padre de un prematuro, como reconocimiento a su entrega, compromiso y ejemplo a seguir. Con este motivo, se desarrollarán una serie de talleres científicos con el objetivo de concienciar sobre el problema de salud pública que supone los nacimientos prematuros, la importancia de los cuidados neonatales, la protección de los niños prematuros ante las infecciones respiratorias y las medidas para evitar cualquier virus que pueda debilitar su salud.

En torno a este Día Mundial son muchas las instituciones a nivel nacional e internacional que unen sus fuerzas y su voz para concienciar sobre este problema. Concretamente en Madrid, esta cita reunirá a familias de niños nacidos prematuros en “La Pajarera” del Hospital La Paz y en la misma participarán equipo y profesional médico del hospital, como es el caso del doctor Javier Cobas, Subgerente del materno-infantil, la doctora Adelina Pellicer, Jefa de Sección de Neonatología y María Teresa Montes Bueno, enfermera neonatal del H.U. La Paz.  Además, hoy viernes por la noche, pleno Día Mundial de la Prematuridad (17 de noviembre), la fachada del Palacio de Cibeles de Madrid se iluminará de color púrpura como homenaje a todos los niños prematuros.

“Desde APREM defendemos los derechos de los nacidos prematuros y sus familias. Con este Día Mundial, queremos dar voz a las familias para que sean escuchadas, para darles mayor visibilidad social y reciban la mejor atención sanitaria y psicológica que ellos necesiten”, declara Cristina Maroto, presidenta de APREM

La realidad de los nacidos prematuros

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año nacen 15 millones de bebés prematuros, lo que representa uno de cada 10 nacimientos en el mundo. En España, el número de niños nacidos antes de la semana 37 de gestación ha aumentado un 36% entre 1996 y 2013, de acuerdo con las últimas cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Con 28.000 bebés nacidos de forma prematura al año -equivalente a uno de cada 13-, España es uno de los países europeos con mayor tasa de nacimientos pretérmino.

Aunque no hay causas concretas, en nuestro país la ciencia apunta a varios factores que favorecen la prematuridad: las técnicas de reproducción asistida, los partos múltiples, el estrés laboral, los problemas de salud en la madre y el retraso de la maternidad. Los neonatos prematuros tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud que aquellos que nacen a término, y, de hecho, protagonizan el 75% de los ingresos hospitalarios de neonatos, de acuerdo a la Sociedad Española de Neonatología (SENeo). El grado de prematuridad repercute en un mayor riesgo de complicaciones graves como parálisis cerebral, déficits sensoriales, enfermedades crónicas o de padecer infecciones respiratorias agudas, especialmente la bronquiolitis causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) o más conocido como “virus de los bebés”.

La adaptación de las familias a la realidad de un niño prematuro es un proceso complejo en el que las asociaciones de padres y madres de niños prematuros, como APREM, desempeñan un papel fundamental. “Muchas familias se enfrentan a una situación para la que no estaban preparados, razón que explica nuestra labor como asociaciones de padres y madres de niños prematuros que les apoyamos en un proceso que va más allá del tiempo que pasan en el hospital”, explica Cristina Maroto. Por ello esta asociación celebra el Día Mundial, ofrece atención y apoyo a los padres, participa en Escuelas de Padres y proporciona información sobre la prematuridad a las familias de estos niños, entre otras acciones. “El seguimiento médico y la atención psicológica no deben terminar cuando el bebé abandona el hospital. Los primeros años son clave para prevenir morbilidades y trastornos en el desarrollo de estos niños”, finaliza Cristina Maroto Centeno.

 

 

 

Fuente: Edelman