La eliminación de manchas de la piel es uno de los motivos de consulta más frecuentes en dermatología, especialmente en esta época del año. La reducción progresiva de la intensidad de los rayos solares, así como de las horas de luz, hacen del otoño el momento ideal para abordar esta problemática. Como señala el Dr. Pedro Jaén, director del Instituto Dermatológico de Vithas Internacional, “tras la exposición solar estival es habitual que las manchas se intensifiquen, por ello estos meses son un buen momento para tratarlas, especialmente por la menor intensidad de la radiación ultravioleta, ya que es recomendable evitar la exposición solar para obtener un buen resultado”.

Las manchas más comunes son los lentigos y el melasma. Como explica el especialista, los lentigos son pequeñas manchas que aparecen por la exposición solar a lo largo de la vida y que no remiten por sí mismas. Suelen localizarse en cara, escote, dorso de las manos y piernas. En el caso del melasma, se trata de un tipo de mancha hormonal, que aparece típicamente en embarazadas y mujeres en edad fértil. Podría afectar también a hombres, pero en menor medida. Se trata de manchas más extensas que se presentan habitualmente en el rostro, especialmente en mejillas, frente y encima del labio

Además de la preocupación que puede suponer la aparición de manchas a nivel estético, es necesario vigilarlas y revisarlas por parte de un profesional. “Los lentigos solares en ocasiones pueden volverse malignos, de ahí la importancia del abordaje dermatológico antes de aplicar cualquier tratamiento”, apunta la Dra. Mayte Truchuelo, dermatóloga del Instituto Dermatológico de Vithas Internacional. Vithas Internacional pertenece al grupo sanitario Vithas que cuenta en España con 19 hospitales y 26 centros especializados denominados Vithas Salud.

¿Se pueden eliminar las manchas solares?

Hoy en día existen diferentes opciones de tratamiento para la eliminación de las manchas solares. El más efectivo es el láser, que será de un tipo u otro dependiendo del tipo de mancha.

A nivel estético, lo más empleado es la luz pulsada, un tipo de láser que tiene afinidad por colores y que, además, induce un fotorejuvenecimiento de la piel y el láser Q-Switched y los de picosegundos, que se dirigen exclusivamente a la mancha. Ambos pueden combinarse con un láser fraccionado no ablativo que induce también un rejuvenecimiento a nivel dérmico.

“En el caso del melasma, en general funciona bien la combinación de peeling con láser fraccionado suave y luz pulsada suave, mientras que para el lentigo nos decantamos por la luz pulsada. La media serían unas 3 o 4 sesiones para el melasma y 2 para los lentigos, espaciadas unas 3 semanas, aunque es necesario valorar cada caso de forma personalizada”, señala la Dra. Truchuelo.

Tras el tratamiento es necesario aplicar fotoprotección solar estricta, hidratación y, en ocasiones se combinará con fórmulas despigmentantes para potenciar los resultados y a modo de mantenimiento.

 

Fuente: Vithas Internacional