Seguro que durante estas pasadas vacaciones de verano has conseguido descansar y relajarte. Y no solo lo habrá agradecido tu mente, sino también tus ojos. Habrán evitado horas de ordenador, de pantallas, de lectura de informes… Con la vuelta al trabajo, debemos tener especial cuidado y más en otoño.

Es en esta época del año cuando disminuyen las horas de exposición al sol y comienza el frío, las lluvias… Una época de peor tiempo meteorológico pero que, contradictoriamente, es cuando más probabilidades de sequedad ocular podemos padecer. El viento, la mayor evaporación y el uso de la calefacción en espacios cerrados son factores detonantes de este problema[1].

No solamente los factores climáticos son posibles causas de molestias oculares. Las herramientas tecnológicas que usamos días a día como los móviles, tablets o la pantalla del ordenador también pueden afectan a nuestra visión. Esto se debe a la luz azul. Se trata de una radiación muy parecida a la radiación UV por su longitud de onda corta, con efectos adversos sobre la estructura celular del ojo. A corto plazo puede causar enrojecimiento, sequedad ocular, cansancio visual, dolor de cabeza.[2]

Una revisión oftalmológica cada año nos ayudará a saber si padecemos algún problema en nuestros ojos, pero durante el resto del año deberemos tomar ciertos hábitos de prevención. Por ejemplo, una alimentación sana con vitaminas A, C, y E además de minerales como selenio o ácidos Omega 3 ayudará a mantener una buena función visual. También deberemos trabajar con una buena iluminación o preservar la superficie ocular lubricada porque al fijar la vista en las pantallas se reduce la frecuencia y amplitud del parpadeo.[3]

Euphralia es una solución oftálmica utilizada como limpiador ocular en adultos y niños a partir de un año en casos de sequedad ocular ligera.

Referencias