Los resultados del primer y mayor estudio multicéntrico que ha analizado la prevalencia actual y los patrones de uso de drogas en España entre las personas con VIH concluyen que cerca del 50% (49,5%) había consumido drogas en los últimos 12 meses. El cannabis, la cocaína y los poppers fueron las drogas más consumidas, señala el estudio realizado por SEISIDA y ViiV Healthcare que acaba de publicarse en la revista PLOS ONE.

El trabajo, en el que han participado 1.401 personas con VIH, muestra que existen diferentes patrones de uso de drogas. Así, la prevalencia de consumo es mayor en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) que en heterosexuales (HTX). Los primeros, según el estudio, son, principalmente, consumidores de drogas recreativas y la mayoría de ellos presenta un patrón de consumo moderado. No obstante, explica María José Fuster, autora del trabajo que se publica en PLOS ONE, existe un subgrupo de HSH que tienen un patrón de alto policonsumo -una media de aproximadamente siete drogas diferentes- y que agrupa a quienes usan la vía inyectada (alrededor de un 10% dentro de este grupo). Los HSH que usan la vía inyectada representaron el 2% del total de participantes HSH en el estudio.

Entre las personas heterosexuales que toman drogas, la mayoría consume principalmente cannabis. Sin embargo, hay un pequeño grupo que son policonsumidores, en los que la prevalencia de uso de la heroína es alta y de los que una tercera parte usan la vía inyectada. “En este grupo la adherencia al tratamiento es menor y presentan un peor estado de salud”, afirma Fuster.

“Nuestros resultados muestran una prevalencia relativamente alta de uso de drogas entre las personas que viven con el VIH en España”, comenta María José Fuster. En este sentido, Vanesa Castro, co-autora del trabajo, afirma además que “aunque el uso de heroína y la vía inyectada de consumo ha descendido, las personas que siguen usándolas muestran el perfil más vulnerable”.

El VIH sigue constituyendo un gran desafío para la salud pública en España, con cerca de 145.000 personas infectadas. Entre los nuevos casos de VIH, detalla la Dra. Fuster, la transmisión sexual representa casi el 80% de los casos, más del 50 % corresponde a hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y el 26 % a heterosexuales (HTX), mientras que solo el 3,6% se atribuyó a personas usuarias drogas inyectables. 

Y, a pesar del aumento de la esperanza de vida para las personas que viven con el VIH gracias a los tratamientos, ciertos aspectos personales pueden tener un impacto importante en su atención médica y en la calidad de vida relacionada con la salud. “Uno de estos aspectos es el uso de drogas”, asegura María José Galindo, co-autora del estudio.

En Europa, el uso recreativo de drogas en las personas que viven con el VIH es superior al 50% en la mayoría de los estudios, especialmente en aquellos que se centran en los HSH. Sin embargo, en España, la prevalencia del uso de drogas ilícitas en las personas que viven con el VIH no está clara, reconoce la experta. “Este estudio es un paso importante para avanzar en este conocimiento”, afirma Fuster.

Los datos se recopilaron entre noviembre 2016 y abril 2017 a través de en 33 centros -hospitales y ONG- de diversos lugares de la geografía española, a través de un cuestionario diseñado con la colaboración de un grupo de expertos. La encuesta evaluó el uso de drogas y otras sustancias, la adherencia al tratamiento y las variables relacionadas con la salud. Se trata del estudio transversal multicéntrico más grande que ha valorado la prevalencia actual y los patrones de consumo de drogas entre las personas que viven con el VIH en España.

Las investigadoras concluyen que no todos los patrones de uso de drogas tienen el mismo impacto en la salud y en la calidad de vida. “Los estudios futuros deben monitorizar la evolución de los patrones de uso de drogas y el impacto longitudinal del uso recreativo de drogas en la salud de sus usuarios. Además, será necesario diseñar estrategias que proporcionen respuestas adecuadas a los diversos problemas asociados con cada patrón de consumo de drogas”, añaden.

Fuente: Seisida