El Instituto Valenciano de Oncología, IVO, ha incorporado el robot Da Vinci Xi, la tecnología más sofisticada e innovadora de cirugía mínimamente invasiva disponible, que supone un gran avance para la cirugía oncológica. Las intervenciones relacionadas con el cáncer son los procedimientos quirúrgicos más complejos y la tecnología robótica aporta grandes ventajas tanto para el paciente como para el cirujano.

Esta tecnología supone la última evolución de la cirugía mínimamente invasiva, posterior a la laparoscopia, y en la que el cirujano no opera con sus manos, sino manipulando un robot a distancia, permaneciendo sentado en una consola instalada dentro del quirófano. Según el jefe del servicio de la unidad de cirugía general y digestiva de la Fundación IVO, Rafael Estevan, la incorporación del robot “aporta un refinamiento tecnológico impresionante que permite abordar cirugías muy complejas. No se sustituye al cirujano, sino que se facilita su trabajo ganando mayor precisión en la intervención”.

Asimismo, el Doctor Estevan, ha querido destacar la importancia del equipo de enfermería indicando que “la robótica es un procedimiento de gran complejidad y es fundamental el buen manejo de los instrumentos, la organización, clasificación y manipulación del material, etc. y este trabajo únicamente se realiza desde enfermería” y añade, “durante las intervenciones con el Da Vinci participan, además de dos cirujanos, un mínimo de tres efectivos de enfermería que colaboran con los cirujanos para llevar a buen término la operación”.


En la imagen, el equipo del IVO junto con el robot Da Vinci Xi, incorporado al centro el pasado mes de mayo.

Dada la complejidad de las cirugías relacionadas con el cáncer, el avance que supone esta tecnología cobra especial relevancia en el campo de la oncología, con dos puntos de mejora clave como son, por un lado, una importante disminución de la agresión quirúrgica al paciente en la extirpación de tumores y, por otro, una gran mejoría en términos de recuperación del paciente para el inicio de otras terapias. Debido a la menor agresión quirúrgica que supone para el paciente, éste presenta una recuperación en el postoperatorio más temprana y, por consiguiente, puede iniciar antes el tratamiento complementario, en caso de ser necesario, o simplemente reincorporarse a su vida normal de una forma más rápida.

Además de estos dos beneficios claves en el campo de la oncología, la cirugía robótica conlleva otras ventajas, tanto para el equipo médico como para el paciente, que permiten mejorar de manera general los resultados funcionales de la cirugía respecto a la realizada con otras técnicas. Entre las principales ventajas para el cirujano destacan una mayor precisión quirúrgica, clave para abordar cirugías de alta complejidad; una mejor visualización del campo quirúrgico, gracias a una visión en 3D con aumento de hasta 10 veces; la supresión del temblor físico de las manos del cirujano o de movimientos involuntarios; y, por último, la ergonomía, que permite al cirujano estar sentado en operaciones largas y complicadas que requieren mucha atención, entre otros. En cuanto a los beneficios para el paciente destaca especialmente la reducción del dolor en la fase postoperatoria; los mejores resultados estéticos, gracias a la posibilidad de abordar la cirugía con incisiones mínimas; y, en general, una recuperación funcional más rápida con estancias hospitalarias más breves.

El IVO tiene previsto incorporar de manera sucesiva la cirugía robótica en intervenciones de cáncer de próstata, colon, endometrio, ovario y pulmón. En el caso de próstata y colon, la Fundación realiza desde mayo intervenciones como prostatectomías radicales y resecciones de colon y recto con cirugía robótica. En una segunda fase la cirugía robótica se incorporará en las intervenciones cáncer de endometrio, ovario y pulmón.

El jefe de servicio de urología del IVO, el doctor José Rubio, ha indicado que “el robot ofrece una solución quirúrgica capaz de combinar cirugía mínimamente invasiva y eficaz que supone ventajas para el paciente y el médico.” Y añade, permite abordar cirugías de alta complejidad con todos los beneficios que conlleva para el paciente, al mejorar el tiempo de recuperación y la reducción de algunas complicaciones como el sangrado o las infecciones. El robot supone un adelanto tecnológico que nos permite optimizar nuestra experiencia previa en cirugía abierta y laparoscópica gracias a un refinamiento técnico que nos permite mejorar los resultados funcionales de nuestras cirugías, minimizar las complicaciones y acortar las estancias en el hospital, reproduciendo la experiencia de otros países donde este tipo de cirugía se ha implantado como la de referencia".

La Fundación cuenta con el último modelo de la plataforma Da Vinci Xi, siendo uno de los pocos centros hospitalarios españoles en contar con el equipamiento completo. El modelo Xi se caracteriza por estar compuesto por cuatro elementos independientes pero perfectamente enlazados entre sí: Una consola desde donde el cirujano realiza la intervención y que controla el resto de dispositivos, una torre de control del sistema que integra hasta 5 elementos (el ordenador del sistema, una pantalla táctil multifuncional, el generador de energía del sistema, el sistema de control de flujo de gases y los sistemas de grabación de imagen), el sistema robótico con sus cuatro brazos en los que se montan los instrumentos quirúrgicos y finalmente  la mesa quirúrgica específica del sistema, disponible en pocos hospitales, que permite la movilización del paciente sin el desmontaje y extracción de todos los instrumentos con el consiguiente ahorro de tiempo. El sistema puede complementarse, dependiendo del tipo de intervención quirúrgica, con otros dispositivos (monitores digitales satélites, sistemas de fijación del paciente, quinta puerta de acceso, etc.) con la finalidad de facilitar y hacer más seguros los procedimientos que correspondan.

Fuente: OmnicomPublicRelationsGroup