La Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa destaca que, en la actualidad, el porcentaje de éxito de recuperación de los gametos está ya cercano al 90-95 por ciento tras su criopreservación – también conocido como vitrificación de ovocitos o congelación de óvulos--, con tasas de fertilización cercanas al 75 por ciento.

Mujeres jóvenes sin pareja o aquellas que hayan decidido retrasar su maternidad por motivos laborales son algunos de los perfiles que más demandan este tipo de técnicas, ya que les permite conservar sus óvulos en un momento óptimo para asegurarse de que podrán cumplir su deseo de ser madres en un futuro.

Además, esta técnica también ayuda a preservar la fertilidad a personas que estén sometidas a un proceso oncológico, garantizando que, tras finalizar su terapia, podrán optar a su tratamiento de reproducción con óvulos de calidad.

Y es que, como apunta el jefe de la Unidad de Reproducción Asistida, Antonio Jiménez Díaz de la Serna, “la mejora y evolución de las distintas técnicas y medios que se pueden utilizar en el laboratorio de reproducción y su manejo por los embriólogos ha hecho posible que se haya podido realizar esta técnica también con óvulos femeninos con grandes tasas de éxito y no sólo con el semen masculino”.

La preservación de la fertilidad ofrece hoy en día la posibilidad de conservar los gametos de una persona --hombre o mujer-- en un medio de congelación para un uso ulterior de los mismos. En el caso del hombre, consiste en la preservación del propio semen, siendo el caso de la mujer el que más preparación requiere. No obstante, en este último caso, las técnicas son relativamente sencillas en cuanto al tratamiento que precisa.

En concreto, con respecto a la mujer, se trata de un primer tratamiento hormonal de unos diez días con ecografías de control y, posteriormente, se realiza una pequeña punción transvaginal en el quirófano, bajo sedación y con estancia ambulatoria, para la extracción de los óvulos, tras lo que deberá estar en reposo en casa entre 36 y 48 horas. A lo sumo, según afirma el especialista, el proceso completo no conllevaría más de dos o tres semanas.

La edad recomendable para realizar esta técnica y garantizar el éxito posterior de la recuperación de los gametos sería hasta los 35 años. Una vez vitrificados, estos podrán ser utilizados hasta los 50 años de la mujer, edad marcada por la propia normativa.

“Todo ello podríamos expresarlo como el culmen de la planificación familiar moderna al poder decidir cada persona el momento ideal de la maternidad o paternidad sabiendo que puede contar con gametos de calidad”, concluye Antonio Jiménez Díaz de la Serna.

 

Fuente: Quirón Salud