Debido a la situación que estamos viviendo en la que tenemos que permanecer en casa durante un largo periodo de tiempo, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ofrece una serie de recomendaciones nutricionales a tener en cuenta y evitar el aumento de peso, en este tipo de circunstancias:

· Planificación de menús: es importante la organización semanal o quincenal del menú. De esta forma las compras se podrán ceñir a los productos necesarios, evitando la improvisación con alimentos más calóricos. Por otro lado, hay que tener en cuenta el número de comensales y las raciones que se van a preparar, dado que estos días no se recibirá visitas.

· Evitar alimentos ultraprocesados: en general, son menos perecederos por lo que se puede caer en la tentación de incluirlos en la cesta de la compra, con la falsa ilusión de tener algo en la despensa por si llegan tiempos peores.

· Evitar refrescos azucarados: sustituir las bebidas gaseosas o zumos con alto porcentaje de azúcar por agua, café o infusiones.

· Elegir alimentos saciantes y saludables: para evitar la ingesta de grandes cantidades o volver a tener hambre al poco tiempo de comer. Son recomendables alimentos como: legumbres, frutos secos, carnes magras, pescados huevos y lácteos.

· Priorizar cereales integrales: pan, arroz, pasta…

· Comer diariamente frutas y verduras: se recomienda optar por frutas menos perecedera como manzana, naranja… o envasada en su jugo. También, se puede disponer de verdura congelada y cocida, que facilita la conservación durante más tiempo.

· Tener cuidado con picar entre horas: se debe elegir alimentos saludables como encurtidos, crudités, tostadas integrales con atún, yogur con semillas y/o fruta, fruta seca, etc.

· Despejar el cuerpo y la mente: se debe practicar deporte diariamente con la ayuda, si es necesaria, de webs o RRSS que facilitan la práctica de ejercicio físico en el domicilio, solo o en familia. Otra de las opciones es realizar un curso de cocina saludable.

· En relación al COVID-19: la SEEN no considera tomar medidas extraordinarias más allá de extremar las normas de higiene de manipulación de alimentos. No obstante, si una persona presenta fiebre o síntomas respiratorios, debe pensar en la comida como un tratamiento médico que le ayude a superar la enfermedad.