La quinoa es una buena fuente de inhibidores de las proteasas serina en la dieta, que consigue, no sólo mejorar la síntesis de ácidos grasos y triglicéridos, sino que activa los macrófagos intrahepáticos para que no se acumule grasa en el hígado. También, aumenta los macrófagos con fenotipo antitumoral y ayuda a mejorar el perfil lipídico hepático de las personas, para la prevención de enfermedades en el hígado.

Esta es la principal conclusión que se extrae de la investigación que han llevado a cabo investigadores del Instituto IMDEA Alimentación y de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), perteneciente a Planeta Formación y Universidades, junto a investigadores del CSIC y la Universidad de Catania, y que aporta luz al tratamiento y prevención de distintas enfermedades hepáticas.

“Los inhibidores que obtenemos a través de la quinoa, no solo promueven la expansión de los macrófagos, sino que también afectan a la diferenciación selectiva de las células linfoides innatas, lo que conduce a una mejoría en el equilibrio lipídico hepático y una reducción de la inflamación”, explica la Dra. Aurora García Tejedor, Vicedecana de Ciencias Biosanitarias de la Facultad de Ciencias de la Salud de VIU.

La Dra. García Tejedor destaca que este descubrimiento resulta esencial para la lucha contra enfermedades causadas por el sobrepeso y la obesidad como el hígado graso no alcohólico, que afecta a entre el 15-30% de la población mundial o el cáncer de hígado, sexto tumor maligno en prevalencia a nivel mundial y tercera causa principal de muerte por cáncer.

En palabras del Dr. José Moisés Laparra, investigador en IMDEA Alimentación y Coordinador del Programa de Doctorado en Inmunonutrición, Genómica Nutricional y Alimentación de VIU, lo más relevante de este descubrimiento es que sugiere “un nuevo enfoque para el tratamiento del cáncer hepático, lo que supone un avance importante en la forma de abordar estas enfermedades”. Ya que si bien, todos sabemos que lo que comemos afecta a nuestra salud general, según el informe World Obesity Atlas 2024, hay 4 millones de muertes anuales que se deben a enfermedades que tienen en su base el sobrepeso y la obesidad, entre ellas las hepáticas objeto de esta investigación, todavía queda mucho camino por recorrer en el desarrollo de terapias y tratamientos inmunonutricionales.

“Nuestra investigación demuestra que las células inmunitarias innatas y los macrófagos desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la obesidad y el cáncer hepático” advierte el Dr. Moisés Laparra, por ello “los nuevos datos que aporta esta investigación amplían el conocimiento sobre el impacto de los componentes de la quinoa, en concreto los inhibidoras de proteasas tipo serina. Esto servirá para iniciar el camino hacia nuevas terapias inmunonutricionales que prevengan alteraciones sesgadas de la biología innata, lo que conduciría, por ejemplo, a un mejor control de los crecimientos tumorales”.

Metodología utilizada en la investigación

La investigación se ha realizado mediante el uso de modelos de ratones, los cuales se dividieron en cuatro grupos. Luego, se alimentó a los animales con dietas altas en grasas durante una semana. Además, se extrajeron inhibidores de la proteasa tipo serina (SETIs) de las semillas de la quinoa. Finalmente, a algunos animales se les dio SETIs tres veces por semana durante dos semanas. El peso corporal (PC) y el consumo de alimentos se controlaron cada dos días.

Fuente: LLYC