El síndrome metabólico (MetS) es un estado patológico caracterizado por obesidad abdominal, resistencia a la insulina, hipertensión arterial y dislipidemia. El estilo de vida actual, la falta de ejercicio y el consumo excesivo de calorías se consideran causas directas de esta enfermedad. El MetS está relacionado con numerosas enfermedades crónicas, incluyendo diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Esto también conduce a un aumento de los costos en el sistema de salud.

Enfermedades inflamatorias crónicas del intestino

Las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino (CED) son una inflamación crónica idiopática del intestino cuya etiología es desconocida y cuya prevalencia está aumentando en todo el mundo. Los dos principales fenotipos de CED son la enfermedad de Crohn (MC) y la colitis ulcerosa (CU). Actualmente, se considera que la CED es una enfermedad multifactorial que incluye predisposición genética, factores ambientales y trastornos en el metabolismo inmunológico. Curiosamente, hay muchas similitudes entre la CED y el MetS, como la dislipidemia, el desequilibrio del sistema inmunológico y la inflamación crónica.

Síndrome metabólico en pacientes con CED

Un metaanálisis determinó la prevalencia general del MetS en pacientes con CED y examinó la relación entre ambas condiciones. Para ello, se reevaluaron once estudios publicados después de 2010 que abordaron la prevalencia del MetS en pacientes con CED. En total, se incluyeron 2.501 pacientes con CED en estos estudios; 1.678 (67,1%) fueron diagnosticados con MC y 823 (32,9%) con CU.

Resultados del metaanálisis

Dentro de los estudios evaluados, la prevalencia del MetS comórbido varió del 10,6% al 32,7%. El MetS fue más frecuente en pacientes con EII que en el grupo de control sin EII y hubo una correlación positiva significativa entre el MetS y la MC. Dividida por MC y CU, la prevalencia combinada de MetS comórbido fue del 13,6% en MC (intervalo de confianza del 95% [IC del 95%]: 6,4% a 26,7%) y del 38,2% en CU (IC del 95%: 20,4% a 59,9%). Además, los pacientes con CU y MetS tenían niveles más altos de colesterol, triglicéridos, lipoproteína de baja densidad, interleucina 10 y galectina-3 que los pacientes que solo tenían CU.

Factores de riesgo en EII y MetS

Cuatro estudios también investigaron factores de riesgo relevantes en relación con el MetS en pacientes con EII. En un estudio, no se encontraron diferencias estadísticas entre pacientes con EII con y sin MetS en términos de género, fenotipo de EII, tratamiento, antecedentes sociales o estilo de vida relacionado con la salud. Sin embargo, los pacientes con EII y MetS eran mayores en los cuatro estudios. Además, los pacientes con MetS tenían el doble de probabilidades de ser hospitalizados por CD que los pacientes sin MetS.

Conclusión

En general, los datos evaluados muestran que el MetS no es una complicación rara en pacientes con EII. Sin embargo, los autores también señalan que se necesitan estudios longitudinales para aclarar aún más la relación entre EII y MetS. A pesar de esto, es importante tener en cuenta las comorbilidades en el tratamiento de pacientes con EII, ya que pueden afectar la actividad de la enfermedad, las manifestaciones extraintestinales, el pronóstico de la enfermedad y la eficacia de las terapias farmacológicas [1].


 

Fuente:

Shen et al. (2024): Prevalencia del síndrome metabólico en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal: una revisión sistemática y metaanálisis. BMJ Open, DOI: 10.1136/bmjopen-2023-074659