Esta revisión sistémica evaluó la eficacia de los inhibidores de JAK como tratamiento en pacientes con escleroderma cutánea recalcitrante, incluyendo datos de 106 pacientes. De ellos, el 70,3% recibió un inhibidor de la JAK junto a una terapia concomitante, mientras que los restantes fueron tratar con el inhibidor de la JAK quinasa en monoterapia. Tofacitinib + terapia concomitante llevó a la complete resolución en el 61,9% de los pacientes, y el baricitinib + concomitante tuvo una tasa de resolución completa del 19,0%. 

Como monoterapias, tofacitinib resultó en una resolución completa del 9,5%, mientras que la tasa alcanzada tanto con baricitinib y como con ruxolitinib fue del 4,8% de los pacientes.  En total, 75,2% de los pacientes alcanzaron una resolución parcial, con una recurrencia del 3%. Los efectos adversos incluyeron hematoquecia, infección, pirexia y nefropatía. 

Dados los avances en la terapia dirigida para diversas afecciones dermatológicas, los profesionales deberían considerar a los inhibidores de la JAK Kinasa como una opción de tratamiento viable para la escleroderma cutánea en pacientes candidatos a esta terapia. 

Referencias: 

Hibo Rijal, Naïla Bouadi, Ilya Mukovozov, et al.

DOI: https://doi.org/10.1177/120347542412600

Link: https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/12034754241260021


Fuente: Biopress