Mensaje clave:

Este ensayo clínico de fase III demostró que asciminib logró una tasa de respuesta molecular mayor significativamente más alta del 67.7% en comparación con el 49.0% con inhibidores de la tirosina quinasa (ITK) seleccionados por los investigadores a las 48 semanas en pacientes recién diagnosticados con leucemia mieloide crónica en fase crónica. Asciminib también mostró tiempos medianos más cortos para la respuesta en comparación con imatinib y los ITK de segunda generación. El perfil de seguridad de asciminib fue favorable, presentando menos efectos adversos que imatinib y los ITK de segunda generación. Los eventos hematológicos adversos comunes de grado 3 o superior incluyeron trombocitopenia (13.0% con asciminib, 6.1% con imatinib y 13.7% con ITK de segunda generación), neutropenia (10.0%, 17.2% y 17.6%, respectivamente) y leucopenia (2.0%, 10.1% y 4.9%, respectivamente). Los eventos oclusivos arteriales ocurrieron en el 1.0% de los pacientes tratados con asciminib, en comparación con el 0.0% con imatinib y el 2.0% con ITK de segunda generación.

Tras un seguimiento mediano de aproximadamente 1.5 años, asciminib mostró una eficacia superior y un perfil de seguridad más favorable que los ITK existentes para pacientes recién diagnosticados con leucemia mieloide crónica en fase crónica. Es necesario un monitoreo continuo para evaluar completamente la profundidad y durabilidad de las respuestas moleculares, los resultados de supervivencia y la seguridad a largo plazo, así como el potencial de remisión libre de tratamiento.

RESUMEN

ANTECEDENTES

Los pacientes recién diagnosticados con leucemia mieloide crónica (LMC) necesitan una terapia a largo plazo con alta eficacia y seguridad. Asciminib, un inhibidor de BCR::ABL1 que específicamente apunta al bolsillo miristoilo de ABL, puede ofrecer mejor eficacia, seguridad y menos efectos secundarios que los inhibidores de la tirosina quinasa (ITK) competitivos con ATP disponibles actualmente como tratamiento de primera línea.

MÉTODOS

En un ensayo de fase 3, los pacientes recién diagnosticados con LMC fueron asignados aleatoriamente en una proporción de 1:1 para recibir asciminib (80 mg una vez al día) o un ITK seleccionado por el investigador. La aleatorización se estratificó según la categoría de puntuación de supervivencia a largo plazo del Estudio Europeo de Tratamiento y Resultados (bajo, intermedio o alto riesgo) y por el ITK seleccionado por los investigadores antes de la aleatorización (incluidos imatinib y los ITK de segunda generación). Los criterios de valoración principales fueron la respuesta molecular mayor (definida como niveles de transcripción de BCR::ABL1 ≤0.1% en la Escala Internacional [IS]) en la semana 48, para comparaciones entre asciminib e ITK seleccionados por los investigadores y entre asciminib e ITK seleccionados por los investigadores en el estrato de imatinib preseleccionado.

RESULTADOS

Un total de 201 pacientes fueron asignados para recibir asciminib y 204 para recibir ITK seleccionados por los investigadores. El seguimiento mediano fue de 16.3 meses en el grupo de asciminib y de 15.7 meses en el grupo de ITK seleccionados por los investigadores. Una respuesta molecular mayor en la semana 48 se produjo en el 67.7% de los pacientes del grupo de asciminib, en comparación con el 49.0% del grupo de ITK seleccionados por los investigadores (diferencia, 18.9 puntos porcentuales; intervalo de confianza [IC] del 95%, 9.6 a 28.2; P bilateral ajustado <0.001), y en el 69.3% de los pacientes del grupo de asciminib en comparación con el 40.2% del grupo de imatinib en el estrato de imatinib (diferencia, 29.6 puntos porcentuales; IC del 95%, 16.9 a 42.2; P bilateral ajustado <0.001). El porcentaje de pacientes con una respuesta molecular mayor en la semana 48 fue del 66.0% con asciminib y del 57.8% con ITK en el estrato de ITK de segunda generación (diferencia, 8.2 puntos porcentuales; IC del 95%, -5.1 a 21.5). Los eventos adversos de grado 3 o superior y los eventos que llevaron a la discontinuación del régimen del ensayo fueron menos frecuentes con asciminib (38.0% y 4.5%, respectivamente) que con imatinib (44.4% y 11.1%) y los ITK de segunda generación (54.9% y 9.8%).

CONCLUSIONES

En este ensayo que comparó asciminib con los inhibidores de la tirosina quinasa (ITK) seleccionados por los investigadores e imatinib, asciminib mostró una eficacia superior y un perfil de seguridad favorable en pacientes recién diagnosticados con leucemia mieloide crónica en fase crónica. La comparación directa entre asciminib y los ITK de segunda generación no fue un objetivo principal.

REFERENCIAS

Andreas Hochhaus, Jianxiang Wang, et al.

DOI: 10.1056/NEJMoa2400858

Link: https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2400858

Fuente

BioPress