Muchas pacientes se someten a radioterapia después de la cirugía de cáncer de mama, con el riesgo de desarrollar radiodermatitis. Pero ¿por qué algunas desarrollan una inflamación cutánea tan grave y otras no? Un equipo de investigación alemán liderado por la Dra. Claudia Hülpüsch del Instituto Helmholz de Munich quería averiguarlo. Es posible que la composición del microbioma cutáneo juegue un papel en esto. Especialmente el porcentaje de bacterias comensales, los "buenos" que forman parte de la barrera cutánea, podría ser importante.

Análisis del microbioma en comparación lateral

En el estudio de observación prospectivo, se analizó el microbioma cutáneo de 20 pacientes con cáncer de mama que se sometieron a radioterapia adyuvante durante un período de siete semanas. Se tomaron muestras de piel tanto de la mama irradiada como de la no irradiada, antes de la primera sesión, durante la fase de terapia y semanalmente después. En total, se analizaron 360 muestras y se determinó el número y la composición de los microorganismos.

Una flora cutánea saludable protege

Resultado: En cuatro mujeres, la composición de la flora cutánea fue llamativa y estas mujeres también desarrollaron una radiodermatitis grave. Antes de la radiación, estas mujeres tenían una frecuencia relativa baja (<5%) de bacterias cutáneas comensales (Staphylococcus epidermidis, Staphylococcus hominis, Cutibacterium acnes), que se asoció con el desarrollo de una radiodermatitis grave con una precisión del 100% (sensibilidad y especificidad del 100%, P < 0,001). Además, el recuento cuantitativo de bacterias por reacción en cadena de la polimerasa en pacientes con radiodermatitis grave mostró una sobrecrecimiento general, no específico de la especie, de la carga bacteriana cutánea antes de la aparición de síntomas graves.

Enfoque para la profilaxis

Lo que suena como pura estadística tiene un significado clínico - no solo para pacientes con cáncer de mama en seguimiento, sino también para la radioterapia en otras enfermedades tumorales, como en la región de la cabeza y el cuello. La composición del microbioma cutáneo antes de la radioterapia parece indicar qué pacientes tienen un mayor riesgo de desarrollar radiodermatitis. A partir de esto, podrían desarrollarse medidas preventivas en el futuro. Los primeros estudios muestran que una desinfección minuciosa de la superficie cutánea reduce la probabilidad de una inflamación posterior, según los científicos de Helmholz en su conclusión.


 

Fuente:

Hülpüsch C et al. (2024): Association of Skin Microbiome Dynamics With Radiodermatitis in Patients With Breast Cancer. JAMA Oncol. doi:10.1001/jamaoncol.2023.6533 Published online February 01, 2024.