Las fiestas populares en los municipios de la provincia de Valencia, al igual que en el resto de España, son una oportunidad para el disfrute y la diversión de muchas familias durante las vacaciones de verano. Sin embargo, para los niños y niñas con trastorno del espectro autista (TEA), estas celebraciones pueden representar un desafío debido a la sensibilidad a ciertos estímulos y al estrés que pueden provocarles los cambios urbanísticos en la localidad y las aglomeraciones propias de estos acontecimientos estivales.

Los especialistas en autismo del Hospital Vithas Valencia Consuelo, entienden la importancia de brindar un entorno adaptado y adecuado a las necesidades de cada niño con TEA, independientemente de la época del año y del lugar en el que se encuentre. Para ello, por ejemplo, una de las recomendaciones que proponen a las familias, es crear “un calendario visual con el programa de fiestas de la localidad. Este recurso permitirá a los niños comprender y anticipar qué sucederá cada día, incluyendo actividades como conciertos de música, verbenas, espectáculos pirotécnicos, cenas multitudinarias y otras actividades propias de estas festividades”, tal y como explica la Dra. Carolina Colomer, directora clínica de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas.

“Para algunos niños con TEA, el uso de fotos del año anterior puede ayudarles a recordar y anticipar lo que sucederá, mientras que para otros puede ser más efectivo utilizar pictogramas que ofrezcan una estructura visual más general y sencilla de cada uno de los acontecimientos. La anticipación y las adaptaciones requeridas dependerán del tipo de trastorno del espectro autista que presente el niño o la niña, ya que cada grado (grado 1, grado 2 y grado 3) tiene sus propias necesidades y características específicas”, puntualiza Colomer.

En cuanto a los estímulos auditivos, como petardos, fuegos artificiales y música, que pueden generar ansiedad y estrés en niños con hipersensibilidad acústica, los profesionales de Irenea recomiendan “proveerles de cascos o tapones para los oídos cuando salgan a la calle, lo que reducirá significativamente la intensidad de estos estímulos”. De igual forma, aconsejan el uso de prendas interiores ajustadas, que pueden proporcionarles una cierta presión corporal, lo que contribuye a reducir “el nivel de estrés que podría provocarles el cambio de sus rutinas habituales”.

“Aunque sin duda, lo más importante -según explica la Dra. Colomer- es respetar en todo sus límites y no insistir ni forzar su participación en situaciones que sabemos que les resultan incómodas. Para fomentar su desensibilización y tolerancia a estos estímulos, recomendamos trabajar con mucha anticipación con el apoyo de un servicio especializado. Con estas medidas, buscamos asegurar que los niños puedan disfrutar de las festividades y que estas podamos adaptarlas a sus necesidades, para que, al igual que el resto del pueblo, puedan disfrutarlas con alegría y comodidad".

El enfoque de Irenea se centra en “personalizar los planes de tratamiento para cada niño con autismo, trabajar con equipos multidisciplinarios, establecer objetivos ajustados a sus capacidades y fomentar la comunicación y la relación con el entorno, hasta el punto de ayudarles a que puedan disfrutar y participar de las fiestas de su localidad de residencia o de veraneo, de una manera adaptada a sus necesidades y preferencias”.

 

 

Fuente: Vithas