La colaboración entre instituciones y profesionales sanitarios es un motor de avance para toda la sanidad española. El ámbito de la formación continuada es uno de los sectores en los que esas sinergias se convierten en un beneficio intangible, pero muy real, para toda la sociedad.

Especialistas del Sistema Nacional de Salud (SNS) y de la sanidad privada han participado en el III Curso de Iniciación en Cirugía Torácica Robótica y en el I Curso Intermedio de Cirugía Torácica Robótica, organizados por Abex Excelencia Robótica y la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT), con el objetivo de contribuir a la preparación integral de los cirujanos del futuro y facilitar el manejo de las últimas tecnologías de uso sanitario.

El programa lo dirigen los doctores María Rodríguez, codirectora del Departamento de Cirugía Torácica de la Clínica Universidad de Navarra y secretaria de la junta directiva de la SECT y Francisco Javier Moradiellos, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. Ambos son coordinadores del Grupo Español de Cirugía Torácica Robótica de su sociedad científica. Las jornadas se desarrollan en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).

Esta actividad ha contado con el patrocinio de Abex, distribuidora del robot quirúrgico da Vinci, con el respaldo de una sociedad científica, con la experiencia y la colaboración de expertos que ejercen en instituciones sanitarias de carácter privado, y se ha desarrollado en las instalaciones de un hospital público. Las sinergias conjuntas han permitido que profesionales que trabajan en diferentes comunidades autónomas hayan actualizado sus conocimientos con una misma meta: que los pacientes con patologías torácicas, vengan de donde vengan y se traten donde se traten, se beneficien de la mejor atención, gracias al desarrollo de la cirugía robótica

La pasión por la formación

Para el responsable médico de la Unidad de Cirugía Experimental del Hospital Nacional de Parapléjicos, el Dr. Andrés Barriga, “las sinergias en formación entre instituciones sanitarias son fundamentales. Los cirujanos del futuro deben actualizar constantemente sus conocimientos ante los retos derivados de los avances tecnológicos, como la robótica y las imágenes ópticas. Las nuevas tecnologías aplicadas a este campo sumadas a la preparación profesional repercuten en que los procedimientos quirúrgicos sean más precisos y menos invasivos, en beneficio del paciente”.

 

Según la Dra. María Rodríguez, “como cirujanos, la mayor parte de nuestra práctica clínica, o al menos lo que más nos gusta, consiste en operar. Pasamos años formándonos para ser técnicamente los mejores. Precisamente ese es el objetivo de los cursos, pero hay otros aspectos fundamentales a los que debemos dedicar más tiempo: la docencia y el trato humano con los pacientes y los compañeros”. En cuanto a su papel en el desarrollo de este curso, destaca que “más allá de las personas a las que ayudamos con nuestro ejercicio profesional, la formación es el mayor legado al que puede aspirar un cirujano. Transmitir unas habilidades a otros especialistas, a residentes y a estudiantes es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos, en quirófano y fuera de él”.

Colaborar en la preparación de los especialistas de hoy y de mañana, subraya, es “uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta la misión de la Clínica Universidad de Navarra, junto con la asistencia y la investigación. Los tres tienen como único fin mejorar la atención a los pacientes. La manera más eficiente de asegurar una atención sanitaria excelente es impulsando la innovación asistencial, docente y tecnológica, una realidad de progreso que representan muy bien los avances de la cirugía robótica”.

Un compromiso ético

El Dr. Javier Moradiellos, pionero en España de la cirugía pulmonar robótica en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, explica que “la cirugía torácica robótica permite a los cirujanos ver mejor el campo operatorio y operar con mayor precisión. Un cirujano ergonómico, que ve y opera mejor, es un cirujano más seguro para sus pacientes.” Por otro lado, “las ventajas de la cirugía robótica son lógicamente mayores cuantos más pacientes se benefician de ella. Personalmente creo en la accesibilidad de estas técnicas, como compromiso ético. Para lograr esta accesibilidad, es decir, que cualquier cirujano torácico pueda ofrecer a sus pacientes cirugía robótica, independientemente de su hospital y de su comunidad autónoma, es imprescindible realizar estas actividades de formación avanzada. Formando a compañeros cirujanos estamos ayudando, indirectamente, a más pacientes de los que podemos operar directamente”, concluye Moradiellos.

“Como residente y como cirujana joven -recuerda la Dra. Rodríguez Pérez- he sido una privilegiada al haber accedido a un entrenamiento excelente, de ahí mi compromiso con la formación y la mejora de la Cirugía Torácica, tanto desde la Clínica, como desde la SECT. La oportunidad de colaborar en la formación de compañeros de diferentes hospitales de España, tanto del SNS como del ámbito privado, gracias a los medios punteros del Hospital de Parapléjicos, es un privilegio enriquecedor para todos. Durante estas jornadas intercambiamos ideas, proyectos e iniciativas; compartimos problemas y necesidades, buscamos soluciones conjuntas y establecemos relaciones de duraderas de mentorización para contribuir a la difusión de la cirugía robótica, más allá del curso”.


La Dra. María Rodríguez y el Dr. Francisco Javier Moradiellos, directores del curso de Cirugía Torácica Robótica impartido en el Hospital Nacional de Parapléjicos, junto a algunos de los especialistas participantes.

Respecto a los beneficios de la robótica, el Dr. Moradiellos reflexiona: “La cirugía torácica robótica es el presente y cada vez más cirujanos torácicos se convencen de sus ventajas para los pacientes: menor agresión, recuperación más rápida, menos pérdida de sangre, con similares o superiores resultados oncológicos. La evidencia científica reciente parece confirmar y cuantificar nuestra percepción. Del mismo modo, la mayor formación y experiencia de los cirujanos, a la que contribuimos con estos cursos, facilitará que se utilice la robótica en procedimientos cada vez más complejos y en paciente más frágiles.

Fuente: Quirónsalud