La psoriasis es una enfermedad crónica, inmunomediada e inflamatoria que no es contagiosa, pero tiene una predisposición genética. Por lo general, se manifiesta como psoriasis en placas crónica, caracterizada por placas rojas, pruriginosas y escamosas, especialmente en el cuero cabelludo, los codos y otras partes del cuerpo. En Alemania, aproximadamente dos a tres millones de personas padecen psoriasis, lo que no solo conlleva cargas físicas, sino también psicosociales como discriminación, aislamiento y depresión [1].
La dimensión sistémica: artritis psoriásica
En aproximadamente el 25% de los pacientes con psoriasis, los procesos inflamatorios también afectan las articulaciones, lo que resulta en una artritis psoriásica (PsA). Los daños articulares progresivos, la rigidez, el dolor y la discapacidad asociados con la PsA son responsables de numerosas comorbilidades adicionales. Estas incluyen enfermedades cardiovasculares de alto riesgo, como la diabetes mellitus y la obesidad. Estas comorbilidades contribuyen a una calidad de vida reducida y a una mayor mortalidad.
Análisis metabólicos en psoriasis
Por lo tanto, es importante monitorear con precisión el curso de la enfermedad. Para ello, se utilizan índices clínicos como el Índice de Área y Gravedad de la Psoriasis (PASI), la indicación de la "Superficie Corporal Total" (BSA) o biopsias. Desde hace algunos años, también se ha intensificado el esfuerzo por integrar análisis metabólicos en la diagnóstica. Un estudio recientemente publicado realizó un perfil metabólico completo de muestras de suero de pacientes con PsA para identificar marcadores relacionados con la actividad y la gravedad de la psoriasis.
Marcadores potenciales identificados
En total, se analizaron 150 muestras de sangre de pacientes con actividad de enfermedad leve (PASI: <5), moderada (PASI: 5-10) y grave (PASI: >10). Las muestras de sangre se prepararon mediante microextracción en fase sólida (SPME) y se analizaron mediante cromatografía líquida acoplada a un espectrómetro de masas (LCMS). Para la evaluación de los datos metabólicos, se utilizaron modelos de aprendizaje automático.
Se encontraron indicios de que ciertos metabolitos solo se presentan en determinados grados de gravedad o que las concentraciones difieren entre los grados de gravedad. Uno de estos marcadores fue el factor activador de plaquetas (platelet-activating factor, PAF), que mediaba la inflamación, las respuestas inmunes y la activación y agregación de plaquetas. La agregación y activación de trombocitos está correlacionada positivamente con el PASI y aumentada en pacientes con PsA. Según el estudio, PAF podría utilizarse para diferenciar la psoriasis leve/moderada de la leve/grave.
Fosfolípidos y OxPLs: posibles marcadores de psoriasis
Otra opción podrían ser los fosfolípidos. Los fosfolípidos desempeñan, entre otras cosas, un papel en el metabolismo celular, la comunicación celular y el transporte. Un desequilibrio en el equilibrio de los fosfolípidos puede afectar estas funciones celulares en muchas enfermedades. En la PsA o la psoriasis, los fosfolípidos se metabolizan con mayor frecuencia a través de especies reactivas de oxígeno, lo que da lugar a una composición modificada y a mayores cantidades de, por ejemplo, fosfolípidos oxidados (OxPLs).
Los OxPLs podrían actuar como biomarcadores debido a su papel en los procesos inflamatorios y a sus concentraciones modificadas en los pacientes con psoriasis. Como otros marcadores potenciales, se identificaron, entre otros, acilcarnitinas, oxilípidos, eicosanoides, prolina, ácidos biliares, sulfato de indoxilo, di- y monoacilglicéridos y varios ácidos grasos. Sin embargo, dado que en la literatura no se encuentran información sobre estos metabolitos específicos, todavía no se pueden sacar conclusiones sobre qué biomarcadores son realmente importantes en los diferentes estadios de la PsA. Para ello, se necesitan más estudios.
Autor: PD Dr. Nadine Kretschmer
Fecha: 24.11.2023
Fuente: