Bernardino AlcazarLa EPOC es un trastorno pulmonar crónico. ¿Cuáles son sus causas y sus síntomas?
Aproximadamente en el 90-95% de los casos la causa principal de la EPOC es la exposición al humo del tabaco, ya sea esta exposición activa o pasiva, es decir, fumadores o personas que convivan con fumadores son los más afectados. Existirían también otras causas pero mucho menos frecuentes, aunque también relacionadas con la inhalación de humo. Por ejemplo, en los países en vías de desarrollo, una causa de aparición de EPOC es el uso frecuente de cocinas de leña o las malas prácticas de empresas que no controlan las salidas de humos, aunque, como decíamos, la regla general es que casi todos los pacientes que padecen EPOC han sido fumadores o han convivido con gente fumadora.

En cuanto a los síntomas, el problema es que la enfermedad inicialmente no se manifiesta con ningún síntoma específico o estos son tan leves que muchos afectados creen simplemente que se trata de la tos del fumador, una dolencia bastante común entre los adictos al tabaco. Y es que los síntomas de la EPOC suelen ser bastante comunes, principalmente tos pero también producción de mocos, pero el síntoma que lleva fundamentalmente al afectado a pasar por consulta es encontrarse con dificultad para respirar, ya sea haciendo esfuerzos, subiendo cuestas, etc. durante un tiempo prolongado. También existen lo que llamamos agudizaciones o exacerbaciones de la enfermedad (infecciones respiratorias que hacen que los síntomas se incrementen mucho más) en una segunda etapa de la enfermedad, aunque hay pacientes que el primer síntoma que tienen es una agudización.

¿Se podría decir entonces que resulta difícil hacer un diagnóstico certero de EPOC en un primer momento?
Sí, y de hecho aproximadamente el 75% de los pacientes que padecen EPOC en España no están diagnosticados. El método que se emplea para detectar la enfermedad es la espirometría pero el problema es que la enfermedad en principio no da síntomas, por lo que hay muchos pacientes que tienen molestias pero no acuden al médico.

¿Cuál es la prevalencia de esta enfermedad en la actualidad en España y a nivel mundial?
La prevalencia varía según el porcentaje de fumadores de cada país pero por regla general la prevalencia se sitúa entre el 8% y el 12%. En España actualmente la prevalencia se sitúa en torno al 10% en personas adultas. En un reciente estudio que tomaba de base la población de América Latina, la prevalencia variaba entre el 6% y el 15%, según países, ya que, como señalaba, depende mucho del porcentaje de fumadores de cada región.

¿Se podría hablar de epidemia de EPOC en los próximos años? Ya se señala que la EPOC será la tercera causa de muerte en el año 2020…
Sí, y esto es así porque la mortalidad en mujeres por causa del tabaco aún es baja, debido a que a la incorporación de la mujer al hábito tabáquico se ha producido más tarde, pero se prevé que aumente en los próximos años. Además, otras enfermedades crónicas como la cardiopatía isquémica, otras enfermedades cardiovasculares, sida… han conseguido reducir sus cifras de mortalidad en estos años mientras que en el caso de la EPOC, es la única enfermedad en la que aumenta la mortalidad.

¿Qué medidas preventivas se pueden adoptar para evitar la EPOC?
Se puede hablar de dos tipos de prevención: primaria, consistente en evitar el consumo de tabaco y exponerse al humo del tabaco y secundaria, una vez que el paciente ha sido diagnosticado: qué se puede hacer para que el paciente no tenga ingresos hospitalarios y no se pierda función pulmonar.

En cuanto a los tratamientos, ¿cuáles son los más empleados y eficaces en esta enfermedad?
Actualmente solo hay dos cosas que consigan demostrar una supervivencia de los pacientes con EPOC, uno de ellos es el abandono del tabaco y otro el tratamiento con oxigenoterapia. Lo fundamental es controlar los síntomas y evitar que el paciente tenga descompensaciones (infecciones respiratorias). Para controlar los síntomas, se utilizan los broncodilatadores, que estimulan a los bronquios para que se abran o bien fármacos que inhiben el cierre de los bronquios. Encontramos dos grandes familias de fármacos: los agonistas beta 2 adrenérgicos y los antagonistas muscaníricos, y por otro lado tenemos los fármacos antiinflamatorios, que están enfocados a disminuir los episodios de descompensaciones que tienen estos pacientes y para eso tenemos dos familias farmacológicas. Una de ellas es la de los corticoides inhalados, que no tienen prácticamente efectos secundarios, y desde hace un par de años contamos también con inhibidores de la fosfodiesterasa, que son una familia de medicamentos que consiguen también que el paciente no tenga tantos episodios de descompensaciones.

¿Cómo se podría mejorar el abordaje de esta enfermedad tanto desde Atención Primaria como desde Atención Especializada?
En Atención Primaria y Atención Especializada, en ambas áreas lo que se necesita, en primer lugar, es una mayor coordinación entre los distintos niveles para que podamos manejar a los pacientes, ya que tratamos con pacientes que son crónicos. También necesitamos aumentar la conciencia entre todo el personal médico acerca de esta enfermedad para ofrecer una mayor y mejor información al paciente desde todas las áreas.

¿Y qué esfuerzos se deben pedir a las Administraciones Sanitarias?
A las Administraciones Sanitarias debemos pedirles que se mantengan firmes sobre las leyes anti tabaco que han puesto en marcha. No se debe permitir que se creen zonas de exclusión de la Ley Antitabaco, como se pretende hacer en Madrid con el famoso proyecto Eurovegas. Esto es lo que hay que evitar, dado que tiraría por tierra todo el proceso de concienciación a la población que se ha conseguido con las campañas antitabaco.

Por otro lado, cabría pedir un mayor esfuerzo a las Administraciones para concienciar a la gente joven de la importancia de no fumar, sobre todo a las niñas, que están fumando ahora más los chicos.

Usted es coordinador del área de EPOC de SEPAR. ¿En qué proyectos están trabajando actualmente los miembros de este grupo y cuáles son sus objetivos?
Trabajamos para concienciar más a los profesionales médicos sobre qué es la EPOC, cómo tratarla, cómo se interpreta una espirometría… También llevamos a cabo estudios de cribado y, entre los propios especialistas, uno de nuestros objetivos es el de intentar coordinarnos de manera eficiente para que la asistencia al paciente se haga en base a unos criterios de calidad.

¿Desea añadir algo más?
Destacar que este nuevo año saldrá al mercado un nuevo medicamento novedoso para el tratamiento de la EPOC, lo que es algo relevante para la propia comunidad médica –puesto que ya hacía algunos años que no contábamos con novedades farmacológicas- y, sobre todo, para los pacientes.