La Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau celebró el jueves, 14 de marzo, una jornada dirigida a expertos para realizar una formación en el manejo de la infusión continua intraduodenal de levodopa (Duodopa®).

La jornada ha contado con la participación de Antonia Campolongo, enfermera especialista en Parkinson de la Unidad de Trastornos del Movimiento, y de la Dra. Berta Pascual, adjunto de la Unidad de Trastornos del Movimiento. Durante la jornada, se trataron aspectos teóricos y prácticos del manejo del paciente con EP con infusión intestinal continua de levodopa/carbidopa. El tratamiento está indicado en enfermedad de Parkinson avanzada y, gracias a su formulación en gel, permite una administración personalizada que se traduce en una mejora de la calidad de vida y una ganancia de autonomía de los pacientes.

El Hospital de Sant Pau de Barcelona es un referente nacional en el tratamiento de pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada y el único hospital en Cataluña que ofrece formación experta en la implementación de la infusión intraduodenal de levodopa, a través de su servicio especializado de Neurología. Según el Dr. Jaime Kulisevsky, jefe de la Unidad de Trastornos del Movimiento, “el servicio cuenta con tecnología innovadora en el tratamiento de Parkinson. Este hospital es pionero en el inicio de la infusión intraduodenal de levodopa en Hospital de Día”.

En palabras de la Dra.  Berta  Pascual “la enfermedad de Parkinson presenta síntomas que progresan conforme pasan los años, y que pueden llegar a ser invalidantes. En los estadios más avanzados los tratamientos disponibles disminuyen y los fármacos orales pierden eficacia, haciéndose necesario la utilización de terapias avanzadas. De ahí la importancia de estas formaciones, que ayudan a que todos conozcamos las posibilidades de cada terapia. Cada paciente necesita un tratamiento adecuado y ajustado a sus necesidades, porque cada Parkinson es diferente y único.”

La figura del cuidador en este tipo de patologías es fundamental. En la actualidad, el papel del cuidador suele ser asumido por una persona de la propia familia del afectado. A medida que la enfermedad evoluciona, el paciente pierde autonomía, haciéndose cada vez más dependiente y generando una sobrecarga en el cuidador, que acaba viéndose obligado a abandonar otras actividades de su vida. En estos estadios, los beneficios que aportan los tratamientos avanzados al paciente influyen positivamente en la calidad de vida de sus cuidadores.

 

Acerca  de la enfermedad  de Parkinson
La EP es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central que afecta el área encargada de coordinar la actividad y tono muscular y los movimientos. Se estima que afecta a 150.000 personas en España, cifra que se prevé vaya en aumento como consecuencia del envejecimiento progresivo de la población. Esta alteración neurodegenerativa, la segunda más frecuente, es de causa desconocida y de curso crónico y progresivo.

La EP se manifiesta cuando unas células en el área del cerebro, denominada “sustancia negra”, dejan de funcionar y mueren. Estas células son las responsables de producir una sustancia llamada dopamina. La dopamina es un neurotransmisor, o mensajero químico, que transmite la información a las zonas del cerebro que controlan el movimiento y la coordinación. En los pacientes con EP, las células productoras de dopamina comienzan a morir, lo que provoca la reducción del neurotransmisor en determinadas estructuras cerebrales.

A medida que la enfermedad progresa, los fármacos convencionales pierden eficacia, haciéndose necesario el empleo de terapias avanzadas (estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico, o infusiones continuas de levodopa o apomorfina). Los beneficios que aportan estas terapias al paciente influyen positivamente en su calidad de vida.

 

Fuente: Edelman