Cerca de 150 pediatras de Atención Primaria (AP) se han reunido este fin de semana en Santa Cruz de Tenerife en las II Jornadas Conjuntas de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Canarias (APApCanarias) y la Sociedad Canaria de Pediatría Extrahospitalaria (SEPEXPAL). En esta ocasión, el reflujo gastroesofágico (RGE), el manejo del parto inminente extrahospitalario y la actualización en el manejo de heridas en pediatría han sido algunos de los temas principales que abordaron los expertos reunidos.

Según la Dra. Carmen Rosa Rodríguez Fernández-Oliva, pediatra de AP y presidenta de APApCanarias, “la idea es crear un foro común donde los pediatras y enfermeros pediátricos que desarrollan su tarea profesional en AP y en el ámbito extrahospitalario puedan abordar aspectos científicos propios de la práctica clínica diaria”.

Estas jornadas han sido certificadas con un crédito por la Agencia de Acreditación de Formación. “En esta etapa que vivimos, en la que la formación continuada institucional es muy escasa, por no decir casi inexistente, este tipo de actividades cobran un valor importante en la actividad del pediatra de AP”, explica la Dra. Rodríguez Fernández-Oliva. “La profesión de médico necesita de una continua puesta al día en conocimientos, para poder ejercer la profesión con una eficacia óptima”, matiza.

Para la Dra. Rodríguez, “la presión asistencial, el aumento de las listas de espera en las  pruebas complementarias, obligan al facultativo a utilizar de forma óptima sus conocimientos en el poco tiempo de que dispone para poder prestar un servicio de calidad. Es por eso que estos cursos son fundamentales y, a pesar de que la Administración no los oferte como sería deseable, las asociaciones y organizaciones médicas, en su compromiso con la profesionalidad, los asumen”.

Reflujo gastroesofágico

El RGE puede afectar hasta al 50% de los lactantes en los primeros meses de la vida. Se trata de un trastorno muy frecuente en la infancia y es uno de los motivos principales de consulta en AP. Según la Dra. María José García Mérida, pediatra de AP, “se produce por una inmadurez del aparato digestivo y una alteración en su funcionamiento que es normal en los primeros meses de la vida. Es muy común que todos los niños en sus primeros meses padezcan RGE en mayor o menor intensidad”.

Lo más frecuente es que el RGE ocurra entre los cuatro primeros meses de vida. Es un trastorno transitorio que suele mejorar hacia los 12 ó 18 meses de edad. “Sin embargo, en población pediátrica pueden detectarse prevalencias desde el 2% hasta el 8%”, apunta la especialista. La prematuridad, la obesidad, ciertos problemas neurológicos y algunas patologías respiratorias pueden provocar la aparición de RGE.

En este sentido, la lactancia materna puede servir de ayuda para disminuir este trastorno.
Además, evitar la obesidad es una de las formas de prevenir el reflujo en niños más mayores. Los expertos recomiendan que durante la etapa infantil la dieta sea baja en chocolate, grasas y picantes.
La Dra. García Mérida recomienda “evitar las posturas de semi-sentado y sólo si el niño está despierto y vigilado, los padres pueden tumbarle sobre su lateral izquierdo. Además, es aconsejable controlar las tomas evitando volúmenes elevados y, en ocasiones especiales, introducir algún cambio en la alimentación que siempre deberá ser supervisado y pautado por su pediatra”.

“Lo habitual es que el reflujo sea un proceso transitorio, benigno, por inmadurez y ocurra en niños regurgitadores, pero felices”, explica la pediatra.

Los padres deben sospechar Enfermedad por Reflujo y consultar si ven afectada la calidad de vida del niño o si éste no presenta un desarrollo adecuado para su edad. “Siempre deberán comentarlo con su pediatra, porque además, los síntomas sugestivos de RGE en niños pequeños a veces se superponen con síntomas de otras enfermedades como la alergia a proteínas de leche de vaca”, subraya la Dra. García Mérida. 

 

Fuente: Berbés Asociados