La Sociedad Española de Sueño (SES) ha puesto de relieve, coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial del Sueño, que tuvo lugar hace escasas fechas, la conexión existente entre la falta de sueño, la pérdida de memoria y el deterioro del cerebro a medida que envejecemos. Así lo indica un estudio publicado recientemente por científicos de la Universidad de Berkeley.

La doctora Teresa Canet, representante de la Sociedad Española del Sueño (SES), desechó, en primer lugar, la creencia de que ancianidad y problemas de sueño van unidas, "ya que no forman parte de un proceso natural, puesto que es posible dormir bien a cualquier edad y de vital importancia para la salud en general". Por ello insistió en que el insomnio es más bien raro en el anciano sano y en que se asocia con comorbilidades y fármacos. Además, apuntó que los últimos estudios revelaban que no existía evidencia sistemática de que antihistamínicos, antidepresivos, antipsicóticos y tratamientos anticonvulsionantes sean eficaces contra el insomnio; incluso insistió en que los riesgos superan a los beneficios.

Por otro lado, la doctora Canet se refirió también a la importancia del estudio de la Universidad de California (Berkeley) publicado el pasado mes de enero, en el que por primera vez se pone de manifiesto la conexión entre la falta de sueño, la pérdida de memoria y el deterioro del cerebro, a medida que envejecemos; avance que abre nuevas puertas a los tratamientos dirigidos no solo a lograr un sueño profundo en las personas mayores, sino a mejorar su memoria.