Prevenir la obesidad desde pequeños reduce la gravedad del asma en la edad adulta. Así lo afirman los expertos que han asistido al XXXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alérgica Pediátrica (SEICAP).

El presidente del comité organizador y jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, José María Maillo, ha explicado a Efe que "la relación entre estas dos enfermedades hace que se empeoren mutuamente".

"Los asmáticos que además son obesos aumentan su gravedad, ya que se reduce su capacidad pulmonar", ha argumentado Maillo, quien ha añadido que para evitar la "comorbilidad" entre ambas enfermedades se debe comenzar a trabajar desde la infancia, ya que previniendo la obesidad, se reduce el asma.

Para ello, además de una alimentación sana y saludable y el necesario ejercicio, el presidente del comité organizador del congreso ha subrayado la importancia de la lactancia materna, que en su opinión es "lo ideal para el niño", ya que "previene la obesidad" y cubre al pequeño con sus necesidades.

Las "relación clara" entre obesidad y asma ha sido analizada en este congreso que ha abordado también la relación del asma y el reflujo gastroesofágico y entre el asma y la rinitis.

Según ha apuntado José María Maillo, en torno al 80 por ciento de las personas con asma tienen rinitis y el 40 por ciento de quienes padecen rinitis suelen padecer asma, dada la conexión entre la vía nasal y la pulmonar.