Las técnicas de Radiología Intervencionista (RI) aplicadas al tratamiento oncológico  y a un amplio conjunto de patologías vasculares y no vasculares son técnicas que han evolucionado de manera significativa y que abren muchas posibilidades en el tratamiento de los tumores, especialmente aquellos de peor pronóstico.

Esta es una de las principales conclusiones de la rueda de prensa dirigida por el Dr. José J. Martínez Rodrigo, local host committee co-chair de CIRSE 2013 (el congreso más importante a nivel mundial que se realiza sobre Radiología Intervencionista y Cardiovascular y que está organizado por la Sociedad Europea del mismo nombre); la Dra. Teresa Moreno Sánchez, presidenta de SERVEI (Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista); la Dra. Pilar Garrido López, presidente electo de SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica); y la Sra. Isabel Oriol Díaz de Bustamante, presidenta de aecc (Asociación Española Contra el Cáncer).

Uno de los objetivos principales de CIRSE 2013 es dar a conocer las posibilidades que ofrecen las técnicas de RI tanto en combinación con otros tratamientos (quimioterapia, radioterapia, etc.) como en una  alternativa de tratamiento en sí misma. Así, el Dr. José J. Martínez Rodrigo, local host committee co-chair de CIRSE 2013, ha destacado la relevancia que tiene y tendrá la RI para el futuro del tratamiento del cáncer. “La Medicina es una ciencia que está en continuo avance, y en patologías tan graves y tan comunes como es el cáncer, cada paso que damos cobra una gran importancia. Hoy queremos dar un mensaje de esperanza a todas aquellas personas que están sufriendo esta enfermedad, ya que existen formas de tratamiento que no solo puede hacerles más llevadera la convivencia con la patología, sino que también puede permitir la cronificación de la enfermedad aumentando la supervivencia media”.

Radiología Intervencionista aplicada al cáncer

La RI tiene un papel muy significativo en el diagnóstico de diversas patologías, ya que permite realizar biopsias con una mínima invasión y sin cirugía.

La RI aplicada a la Oncología aplica unos procedimientos muy poco invasivos dirigidos a atacar directamente a la fuente del cáncer sin dañar los tejidos cercanos. Aunque existe una gran cantidad de técnicas no invasivas, las más comunes para el tratamiento del cáncer son la quimioembolización (introducción de un catéter en la arteria femoral que una vez posicionado en el órgano diana administra agentes quimioterapéuticos directamente sobre el tumor) y la ablación por radiofrecuencia (introducción de una aguja que está conectada a un generador y que genera corrientes de radiofrecuencia exclusivamente sobre el tumor). La RI es una alternativa terapéutica en algunos pacientes, y, en muchos casos, es un tratamiento complementario dentro de un enfoque multidisciplinar.

“Este tipo de técnicas nos permite centrar el tratamiento directamente sobre el cáncer, lo que nos da la oportunidad de inyectar menor cantidad de quimioterapia más directamente sobre la masa tumoral, aumentando las probabilidades de destruir el foco cancerígeno. Mediante estos procedimientos podemos alargar la supervivencia en algunos pacientes y, en muchos casos, mejorar su calidad de vida. Es el caso de los pacientes con cáncer de hígado, en los que la RI permite mejorar el pronóstico en un 38% de los pacientes”, señala la Dra. Teresa Moreno Sánchez, presidenta de SERVEI.

En un principio, este tipo de procedimientos se utilizaban fundamentalmente como paliativos, pero en los últimos años se han obtenido resultados que evidencian sus enormes posibilidades para curar la enfermedad. Es el caso del cáncer de colon, segunda causa de mortalidad por cáncer en Europa con más de 400.000 nuevos casos cada año y en el que un 50% de los pacientes presentan afectación a distancia (fundamentalmente hepática) en el momento del diagnóstico. La opción de tratamiento recomendada para este tipo de cáncer es la cirugía, pero su aplicación solo es posible en un 10-20% de los pacientes, por lo que en el resto de casos se aplica la quimioterapia sistémica. Ahora, gracias a las técnicas de RI es posible el tratamiento mediante radiofrecuencia o con quimioembolización intraarterial que, según el estudio “Drug-Eluting Bead, Irinotecan Therapy of Liver Metastasis From Colon Cancer With Concomitant Systemic Oxaliplatin, Fluorouracil and Leucovorin Chemotherapy, and Anti-Angiogenic Therapy: Study designed to assess the clinical performance of chemoembolization”, obtiene una importante reducción de las complicaciones derivadas del tratamiento y una disminución del número de ingresos hospitalarios (dos sesiones de quimioembolización al año frente a tratamientos mensuales).

Asimismo, otro estudio, éste elaborado por el Barcelona – Clínic Liver Cancer Group sobre el cáncer de hígado (hepatocarcinoma), quinta neoplasia más común en el mundo y séptima causa de muerte por cáncer, también ha demostrado que aunque la supervivencia mediante ablación por radiofrecuencia es parecida a la de la cirugía convencional, esta técnica ofrece  menor mortalidad perioperatoria (0,3% frente a 2,2-6%) y menores complicaciones (6,2% frente al 29,6%). “Actualmente se están aplicando algunas de estas técnicas en el tratamiento del cáncer de mama y del cáncer de pulmón, entre muchos otros, por lo que esperamos tener más cifras positivas en los próximos años”, informa la Dra. Moreno.

Los expertos reunidos también han querido destacar el beneficio que supone este tipo de técnicas para el Sistema Nacional de Salud, “la RI es una aportación muy eficiente desde el punto de vista del coste sanitario ya que sustituye los ingresos de larga estancia por los tratamientos ambulatorios en hospital de día, por lo que, si bien es cierto que el equipamiento tiene un coste muy elevado, la amortización es rentable  a medio y largo plazo”, afirma la Dra. Moreno.

La Dra. Pilar Garrido, presidente electo de SEOM y jefe de Sección del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, explica que, "en cáncer, en los próximos 20 años, se espera un incremento del 50% de los casos alcanzando los 15 millones en el año 2020 si mantenemos los mismos hábitos de vida. En los países industrializados morirán de cáncer una de cada cuatro personas". Y afirma, "en términos absolutos el cáncer es la primera causa de muerte en España, con un 25,6% de todas las defunciones, lo que supera a las enfermedades coronarias". Asimismo, continúa la Dra. Garrido, "la supervivencia es el indicador más importante de la eficacia del sistema asistencia. La media europea se sitúa en un 52%, y en España en un 45,7% en varones y un 58% en mujeres. Estos logros se consiguen gracias a los avances e investigación en los tratamientos oncológicos. La incorporación de nuevas técnicas como la Radiología Intervencionista también colabora en el aumento de la supervivencia. Está demostrado que el pronóstico de los pacientes mejora como resultado de una atención multidisciplinaria y organizada; si bien esto suscita retos organizativos y dificultades en la evaluación de resultados".

Las posibilidades de la Radiología Intervencionista para el paciente

Otro aspecto muy relevante que ofrece la RI es la mejora en la calidad de vida de los pacientes ya que puede reducir los efectos secundarios. Estos tratamientos son complementarios a otras técnicas quirúrgicas. La cirugía convencional contrae riesgos y puede provocar algunas complicaciones. En el caso del cáncer de esófago terminal sin respuesta a la quimioterapia y a la radioterapia, la RI ofrece una mejora en la calidad de vida, ya que permite la colocación de una prótesis esofágica facilitando que el paciente pueda alimentarse y beber, no asfixiarse con su propia saliva y evitar la hospitalización.

Para la Sra. Isabel Oriol Díaz de Bustamante, presidenta de aecc, “es fundamental la atención integral al paciente de cáncer en todas las fases de la enfermedad y, en este sentido, desde la aecc venimos complementando la labor de los profesionales del sistema sanitario público para poder dar al paciente la mejor calidad de vida posible”.

 

Fuente: apple tree communications