El 30% de las muertes mundiales se deben a enfermedades cardiovasculares, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por este motivo, se ha establecido septiembre como el Mes del Corazón, siendo el último domingo de este mes el Día Mundial del Corazón, para concienciar a la población sobre los principales riesgos cardíacos y promover medidas preventivas para lograr su disminución.

Las enfermedades cardiovasculares se producen principalmente por obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. La causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro (placas ateromatosas).

Para prevenirlas es importante conocer los factores de riesgo, que podrían favorecer su desarrollo. Hay dos tipos de factores de riesgo: Los no modificables, sobre los que no se puede actuar (edad, herencia, sexo) y los modificables, sobre los que sí se podría intervenir (dieta, colesterol, alcohol, tabaquismo, obesidad, diabetes, hipertensión arterial, estrés).

En cuanto a los primeros, se destaca que la enfermedad cardiovascular (ECV) aparece con mayor frecuencia a partir de los 40 años; si hay antecedentes familiares de esta enfermedad, las posibilidades de padecerlas aumentan un 50% y en cuanto al sexo del paciente, se observa una mayor incidencia en pacientes de sexo masculino, especialmente a edades más tempranas.

Por otra parte, los factores de riesgo sobre los que se puede intervenir se relacionan con la modificación de algunos hábitos de la vida cotidiana y con el conocimiento de los valores de ciertos indicadores de salud (presión arterial, colesterol, etc). Para evitarlo los expertos recomiendan hacer una dieta baja en sal, grasa y rica en fibra, verduras frescas y frutas, eliminar el consumo de tabaco y limitar el de alcohol así como realizar regularmente ejercicio físico cardiovascular.

Además, para controlar y prevenir estas enfermedades consideran importante medirse periódicamente la presión arterial, colesterol, glucemia y perímetro de cintura ya que conociendo estos valores se pueden advertir anomalías, para tratar de revertirlas.

Precisamente con motivo del próximo Día Mundial del Corazón, el presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), Leandro Plaza; el presidente electo de la Sociedad Española del Corazón (SEC), José Ramón González-Juanatey; y el jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Carlos Macaya, han destacado la necesidad de mantener la excelencia asistencial del Sistema Nacional de Salud (SNS) para evitar que se produzca un repunte en los casos de pacientes con enfermedades cardiovasculares.

Por esta razón, los expertos han informado de que las Naciones Unidas, en su Asamblea General para la Prevención y el Control de las Enfermedades no Transmisibles, han acordado trabajar para reducir en un 25 por ciento la mortalidad por estas patologías, entre las que se incluyen las enfermedades cardiovasculares, respiratorias, cáncer y diabetes para el año 2025.

Un objetivo que, según ha asegurado el presidente de la SEC, España está en condiciones de alcanzarlo gracias a que, cada vez más, la sociedad conoce y es consciente de la importancia que tiene llevar a cabo una alimentación saludable, practicar ejercicio físico a diario y no fumar y beber en exceso. Ahora bien, ha matizado, la meta marcada por la Unión Europea puede ser factible siempre y cuando se preserve el actual modelo sanitario y, además, la actual normativa contra el tabaco.

El doctor González-Juanatey ha matizado también que "hay que educar a la sociedad desde pequeños y hacer programas educativos a nivel local". En España, según ha dicho, se corre el riesgo de que pueda haber un repunte en el consumo de tabaco si se cambia la normativa o de que aumenten las muertes por enfermedad cardiovascular si no se garantiza que la asistencia sanitaria sea universal y accesible para todos los ciudadanos. "Además, la crisis puede provocar también un incremento de los casos de obesidad y sobrepeso debido a que las personas consumen más comida rápida", ha explicado.

Dicho esto, el experto en Cardiología ha avisado de que en países como Grecia la tasa de mortalidad por estas patologías ha aumentado como consecuencia de que no se está educando a la sociedad y de que no existen normativas que restrinjan el consumo de determinados alimentos como, por ejemplo, la sal.

En España el 30% de las muertes son por enfermedades cardiovasculares

En concreto, en España más del 30 por ciento de los fallecimientos se deben a enfermedades cardiovasculares, siendo las más prevalentes las patologías isquémicas del corazón, infarto o angina de pecho, y las cerebrovasculares. Estas enfermedades suelen aparecer por determinados factores de riesgo ya citados como el colesterol, la hipertensión o el tabaquismo.

En este sentido, según datos de la SEC, el 71,3 por ciento de los pacientes atendidos en los servicios de Cardiología, y el 40 por ciento de los atendidos en Atención Primaria son hipertensos; uno de cada dos adultos tiene las tasas de colesterol LDL elevadas; el 36,65 por ciento de la población adulta sufre sobrepeso y el 17,03 por ciento obesidad; el 35,86 por ciento de los hombres y el 46,64 por ciento de las mujeres son sedentarios; el 4,46 por ciento de los mayores de 15 años toma alcohol, de manera intensiva, al menos una vez al mes; el 26,96 por ciento fuma diaria u ocasionalmente; y el 12 por ciento de la población padece diabetes tipo II. Todos estos factores favorecen la aparición de estas enfermedades.

Por este motivo, los expertos han subrayado la importancia de que, además de los profesionales médicos, los pacientes sean conscientes de la necesidad de evitarlos ya que, tal y como ha asegurado el presidente electo de la SEC, el 95 por ciento del riesgo de tener un infarto se puede evitar controlando estos factores de riesgo.

"Hace 15 años la mortalidad en los países anglosajones era cuatro veces mayor que en los países mediterráneos. Una incidencia que ha disminuido un 15 por ciento gracias a los cambios de estilo de vida de la población. No obstante, son ahora los países del Este los que tienen los índices de mortalidad más elevados debido, entre otras cosas, a la alimentación ya que se consumen muchas grasas trans", ha apostillado Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón.

Por su parte, el jefe de servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos ha insistido en la necesidad de que los Gobiernos inviertan en los sistemas sanitarios y ha recordado que hace 30 años se produjo otra crisis económica y los países que recortaron en sanidad aumentaron un 30 por ciento las tasas de mortalidad de la población.

 

Fuentes:
Europa Press
www.medicosypacientes.com