Entre el 15% y el 30% de la población general padecerá al menos un síncope en su vida. En muchas ocasiones esta pérdida brusca de la conciencia con recuperación rápida se debe a un golpe, a falta de oxígeno o a una mala alimentación, pero entre el 6% y el 30% de los casos está generado por una enfermedad cardiovascular no diagnosticada.

Para diagnosticar de forma precoz la presencia de una enfermedad cardiovascular, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) destaca la importancia de conocer el origen del desmayo, pero entre el 30% y el 40% de los casos la causa es desconocida.

Afortunadamente, en los últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento y diagnóstico de este tipo de pacientes gracias al desarrollo del Holter insertable, un dispositivo subcutáneo que realiza una monitorización electrocardiográfica continua de los pacientes. Este dispositivo recoge y almacena la actividad eléctrica del corazón, lo que permite conocer con mayor exactitud qué ha provocado el episodio sincopal.

Hasta el momento, el seguimiento y estudio de los datos almacenados en el Holter insertable se realizaba de forma presencial (trimestralmente), pero la evolución de estos dispositivos, que permiten memorizar una mayor cantidad de información que tiempo atrás, hace que cada vez se estén llevando a cabo más seguimientos a distancia.

De esta manera, un estudio realizado por la Unidad de Arritmias del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Majadahonda, Madrid) y publicado en Revista Española de Cardiología (REC), ha comparado ambos seguimientos demostrando que la monitorización a distancia permite una detección más rápida de posibles eventos cardiacos (como bloqueos cardiacos transitorios o arritmias ventriculares) y un consecuente tratamiento precoz de los mismos.

“Para llevar a cabo esta investigación hemos analizado a 109 pacientes portadores de Holter insertable, de los que 41 pacientes realizaban un seguimiento convencional con visitas presenciales trimestrales, y 68 con transmisiones transtelefónicas mensuales o inmediatamente en caso de activación manual por parte del paciente y visitas anuales”, explica el Dr. Ignacio Fernández-Lozano, vicesecretario de la SEC y  jefe de la Unidad de Arritmias del Hospital Universitario Puerta de Hierro.

El estudio muestra que el seguimiento a distancia diagnostica un evento significativo en un tiempo medio de 56 días desde la implantación del dispositivo, lo que supone un promedio de 204 días menos que en el grupo de pacientes con seguimiento presencial. Esta rápida detección permite, por lo tanto, instaurar un tratamiento específico en 73 días, lo que deriva en un promedio de 187 días menos que en el otro grupo de pacientes.

“El hecho de que 26 de los 109 pacientes analizados necesitaran finalmente la implantación de un marcapasos o de un desfibrilador automático, nos hace reafirmarnos en la necesidad de conocer la causa del síncope lo antes posible”, afirma el Dr. Fernández-Lozano.

“Es también destacable el hecho de que estos dispositivos reducen considerablemente el coste económico de los pacientes con síncope, ya que se disminuye el número de visitas programadas y de urgencias. Aunque en este estudio no se han analizado estos costes, existen estudios realizados con desfibriladores automáticos implantables que han calculado el ahorro en 524 euros por paciente. Tanto los resultados de nuestro estudio como la probable reducción del impacto económico hacen de la monitorización a distancia de los pacientes con síncope y Holter implantable, el seguimiento de elección”, concluye el Dr. Fernández-Lozano.

 

Fuente: apple tree communications