Promover la lectura desde los primeros años de vida es recomendable no solo desde el punto de vista académico, sino también para el correcto desarrollo integral de la infancia. Esta promoción puede comenzar mucho antes de que los niños y niñas se inicien en la lectoescritura en el ámbito académico. Estimula su desarrollo cerebral, cognitivo y afectivo. La lectura compartida desde etapas precoces de la vida es un tipo de comunicación que promueve el contacto humano y la relación afectiva de los menores con sus padres y madres.  Esta es la conclusión de una revisión que acaba de publicar el Grupo de Prevención en la Infancia y Adolescencia (PrevInfad) de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS). Con motivo del Día Internacional del Libro, que se celebra este 23 de abril, los pediatras de Atención Primaria reiteran esta recomendación para todas las familias con menores.

“La lectura en voz alta por parte de progenitores desde edades precoces, como estímulo cognitivo y afectivo temprano, tiene numerosos beneficios para la infancia”, explica la Dra. Ana Garach del Grupo PrevInfad. Entre ellos, favorece la adquisición del lenguaje y repercute de manera directa en el desempeño escolar. Asimismo, influye en el desarrollo “al dar la oportunidad de escuchar, pensar, sentir, preguntar”, y permite trabajar las emociones. Conseguir estos beneficios de la lectura es más factible si se realiza desde edades muy tempranas, “incluso desde los primeros días de vida”.

Esta lectura en voz alta de la familia, que de acuerdo con la recomendación de PrevInfad, “introduce a la infancia en el territorio de la lengua materna de un modo pausado y afectuoso”, no puede ser reemplazada por productos audiovisuales. “Un vídeo en una pantalla o un audio, aunque esté adaptado para la edad del niño o la niña, no sustituye a un cuento leído por el padre o la madre”, asegura el Dr. Mengual.

PrevInfad indica en la recomendación, además, que “las intervenciones parentales sobre los hijos durante los tres primeros años de vida son eficaces para mejorar los resultados de su desarrollo durante la primera infancia”, un efecto que “se muestra en todo tipo de familia, sea cual sea el nivel socioeconómico”. 

La recomendación de los pediatras de Atención Primaria está basada en la evidencia, pues ha habido diversas iniciativas en el ámbito internacional en las últimas décadas orientadas a esta promoción de la lectura en familia. La primera que recoge la monografía de PrevInfad es la de un grupo de pediatras y personal de enfermería en 1989, que fundaron en el Boston City Hospital de Massachusetts (EE UU) una organización cuyo objetivo era comprometer a las familias con la alfabetización de sus hijos con acciones como la lectura en voz alta. Con esta estrategia se previenen problemas del desarrollo y se estimula el aprendizaje infantil temprano. En las últimas décadas han surgido diversas iniciativas similares en Europa.

Lecturas para prematuros

En España también existen iniciativas, desde el ámbito clínico, encaminadas a potenciar los beneficios de la lectura para los bebés. Una de ellas ha sido la del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, que ha incorporado la lectura de cuentos a bebés prematuros para favorecer su desarrollo infantil, dentro del programa “Cuídame”, que entrena a las familias en la atención a sus hijos mientras permanecen ingresados. Esta actividad, de acuerdo con sus responsables, favorece de forma significativa el desarrollo cerebral, especialmente en el área del lenguaje, en bebés con un peso inferior a 1.500 g.

El grupo PrevInfad concluye en su recomendación que “las intervenciones parentales sobre los hijos durante los tres primeros años de vida son eficaces para mejorar los resultados de su desarrollo en la primera infancia”. En la actualidad, de acuerdo con una encuesta realizada en 2023 a 326 pediatras en España, los pediatras de Atención Primaria son quienes más promoción de la lectura realizan (41,7% frente al 25% de los hospitalarios y al 7,7% de los residentes). Sin embargo, existen importantes diferencias entre profesionales. Dados los beneficios observados, AEPap anima a todos los pediatras de Atención Primaria a “incluir el consejo de lecturas compartidas desde que los niños nacen, dentro de la promoción de hábitos de vida saludables realizada en su consulta”.

Fuente: Berbes