El 2% de los pacientes con cáncer, incluyendo todos los tumores y estadios, podrían padecer el Síndrome de Secreción de la Hormona Antidiurética (SIADH), principal causa de la hiponatremia. Se trata de una disminución de las cifras de sodio en sangre que “aumenta los ingresos hospitalarios y la duración de la estancia hospitalaria y, debido a sus síntomas, causa un empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes”, explica el Dr. César A. Rodríguez, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Salamanca. Dado que este trastorno electrolítico es especialmente frecuente en este tipo de pacientes y que su abordaje es esencial para evitar el deterioro de la calidad de vida del paciente, el impacto sobre la eficacia del tratamiento oncológico y la reducción de la supervivencia, la hiponatremia es un tema de interés para la Oncología. En este sentido, el Dr. Ramón de las Peñas, jefe de la Sección de Hospitalización Oncológica del Hospital Provincial de Castellón, afirma que “se trata de una patología que en muchas ocasiones pasa desapercibida y a la que no se le da la suficiente importancia porque en la mayoría de los casos origina escasa sintomatología o ésta se encuentra enmascarada por la propia del cáncer o sus tratamientos”.

Por esta razón, ambos expertos, dos de los autores del Algoritmo de tratamiento de la Hiponatremia Asociada al SIADH en el Paciente Oncológico, destacan la importancia de un documento de este tipo como un instrumento importante para el oncólogo, dado que sintetiza y facilita su actuación, repercutiendo de forma positiva en la eficacia de su toma de decisiones. Dicho documento, realizado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), con la colaboración de Otsuka Pharmaceuticals, define de una forma clara, concisa y estructurada las mejores opciones de tratamiento en cada caso, lo que favorece un mejor manejo de esta entidad clínica por parte de los oncólogos. “Aunque no existen estimaciones fiables de estos datos, existen numerosas publicaciones que ponen de manifiesto que la hiponatremia y el SIADH en el paciente oncológico están infradiagnosticadas y, por tanto, infratratadas”, explica el doctor Rodríguez. “Sin embargo, es necesario concienciar sobre la importancia de que sean adecuadamente evaluadas y corregidas”.

El diagnóstico, un aspecto  fundamental

El principal problema al que se enfrentan los especialistas a la hora del diagnóstico es el perfil asintomático que suele presentar el paciente. Alser una patología de instauración lenta en el paciente oncológico, los síntomas aparecen paulatinamente, por lo que a veces pueden  pasan inadvertidos o son atribuidos a otras causas como el propio proceso oncológico. Síntomas como por ejemplo náuseas, fatiga, pérdida de memoria, marcha inestable o calambres musculares son frecuentes en estos pacientes y no siempre se atribuyen al SIADH. “Por el contrario, en casos severos se presentan otros síntomas neurológicos más característicos: debilidad, cefalea, letargia, desorientación, obnubilación e incluso parada respiratoria y muerte” - explica el Dr. De Las Peñas- “por lo que acelerar tanto el diagnóstico como el tratamiento garantiza un impacto positivo en la calidad y esperanza de vida de estos pacientes”.

De hecho, según el Estudio Hanssen 2009, aquellos pacientes oncológicos que lograban mejorar la natremia antes del segundo ciclo de quimioterapia, tenían una mayor supervivencia versus aquellos que no lo conseguían. Por un lado, hay que considerar la morbimortalidad de la propia hiponatremia que, en función de su severidad y rapidez de su instauración, puede dar lugar a situaciones clínicas de gravedad importante, teniendo en cuenta que en pacientes hospitalizados la hiponatremia confiere un mayor riesgo de mortalidad.Por otro lado, el Dr. De Las Peñas hace hincapié en que “en los pacientes oncológicos, en particular los que sufren un carcinoma bronquial de células pequeñas, la hiponatremia por SIADH es un factor independiente de mal pronóstico”. En definitiva, la existencia de hiponatremia de larga duración afecta de forma negativa a la calidad de vida y a las expectativas de vida de las personas que lo sufren, por lo que su diagnóstico y tratamiento permite mejorar de forma clara estos dos aspectos.

Hiponatremia secundaria al SIADH y cáncer: cifras

La hiponatremia es una disminución de las cifras de sodio en sangre por debajo de las recomendadas y que, de no ser tratado, provoca elevadas tasas de morbimortalidad. Su prevalencia en los pacientes oncológicos se eleva porque el propio tumor genera hormona antidiurética que multiplica las posibilidades de sufrir el Síndrome de Secreción Antidiurética (SIADH), principal causa de la hiponatremia. En concreto, se considera que el 75% de SIADH tiene causa oncológica y que alrededor de un 40% de pacientes hospitalizados y afectos de una neoplasia puede presentar este trastorno. Entre los tumores más frecuentes en los que se desarrolla el SIADH destaca el carcinoma microcítico de pulmón, en el que las propias células tumorales generan la hormona antidiurética, lo que provoca que alrededor del 40% de estos pacientes sufra hiponatremia secundaria al SIADH. Por otra parte, el Dr. De Las Peñas afirma que “aproximadamente el 10% de los pacientes con carcinoma bronquial de células pequeñas, que constituyen alrededor del 15% de las neoplasias bronquiales, tiene hiponatremia secundaria al SIADH”.

Recomendaciones del Algoritmo

“A menudo, en el paciente oncológico coexisten situaciones, como la necesidad de administración de quimioterapia con hidratación, que hacen que el manejo de la hiponatremia pueda diferir del que se realiza en otras poblaciones, por lo que contar con un Algoritmo específico constituía una necesidad frecuentemente demandada por los profesionales”, hace hincapié el Dr. Rodríguez.

Tras la definición y clasificación de las causas de SIADH en el paciente oncológico debido a distintos  tipos de neoplasias y fármacos de uso frecuente en Oncología, como diuréticos, antidiabéticos u opioides, el Algoritmo establece los criterios diagnósticos de SIADH y la clasificación de hiponatremia asociada a este Síndrome según el nivel de sodio que presenta el paciente y según la gravedad de los síntomas (graves, moderados y leves). Una vez establecidas estas definiciones, el documento pasa a establecer las indicaciones de tratamiento de la hiponatremia según si el paciente es candidato o no a recibir quimioterapia.

En este sentido, el Dr. Rodríguez destaca, entre las actuaciones que recomienda el Algoritmo, “la incorporación del manejo de la hiponatremia en los pacientes que precisan quimioterapia, que frecuentemente se acompaña de hidratación forzada que dificulta el control de las cifras de sodio-, así como las pautas para incorporar los nuevos tratamientos farmacológicos que constituyen importantes avances en el manejo del SIADH”. Asimismo, el Dr. De Las Peñas destaca que con las nuevas terapias es posible manejar el trastorno electrolítico sin alterar la estrategia terapéutica específica de la neoplasia porque “ofrece ventajas en el manejo de los pacientes con cáncer y SIADH: seguridad, rapidez de acción y posibilidad de iniciar los tratamientos oncológicos específicos como la quimioterapia, con la utilización estándar de los protocolos de hidratación en cada caso”.