Con el objetivo de responder a las últimas cuestiones sobre la persistencia o supervivencia de los fármacos biológicos en el tratamiento de la psoriasis moderada o severa y reflexionar sobre la importancia de la persistencia de los pacientes con psoriasis en tratamiento desde el punto de vista clínico, farmacéutico hospitalario y del paciente, Janssen ha organizado el simposio “Importancia e Implicaciones de la Persistencia en el Tratamiento Biológico de la Psoriasis”. Una jornada que ha tenido lugar en el marco del 43 Congreso Nacional de Dermatología y Venereología, celebrado estos días en Sevilla.

En la jornada los portavoces han analizado la importancia del abordaje interdisciplinar y entre los participantes, destaca la presencia del Dr. Jaime Notario, del Hospital Bellvitge, Gabriel Mercadal, farmacéutico del Hospital Mateu Orfila de Menorca y Antonio Manfredi, por parte de Acción Psoriasis.

Los fármacos biológicos son tratamientos específicos contra las dianas terapéuticas que dan lugar a las placas de psoriasis. Según el Dr. Pablo de la Cueva, jefe de servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor, “en casos de psoriasis moderada-grave en los que otros tratamientos no han sido eficaces o está contraindicado un tratamiento sistémico, los biológicos permiten a muchos pacientes mejorar sus lesiones cutáneas”. Son tratamientos que permiten que el paciente mantenga la respuesta al tratamiento a largo plazo.

La visión del especialista coincide con la de Antonio Manfredi, Vocal Junta Directiva Delegado de Acción Psoriasis en Andalucía, que asegura que “la comodidad que aportan los tratamientos biológicos han devuelto la ilusión y la calidad de vida a muchos pacientes”.

Durante el simposio y al hablar sobre los tratamientos, los expertos han establecido la definición de persistencia, su importancia en la práctica clínica y la repercusión que tiene tanto en los pacientes como en los dermatólogos y su influencia en el gasto sanitario. Además, el Dr. De la Cueva detalla que “el término persistencia hace referencia al mantenimiento de la respuesta terapéutica que el dermatólogo y el paciente se han marcado como objetivo al comenzar el tratamiento”. El hecho de haber cumplido el objetivo y mantenerlo en el tiempo indica la satisfacción del paciente y del médico, tanto a nivel de eficacia en aclarar las lesiones de psoriasis como en el perfil de seguridad del fármaco.

Sin embargo, para los profesionales sanitarios la clave reside en el cumplimiento del tratamiento y satisfacción del paciente, que es el centro del proceso asistencial y es muy importante que demuestre buenos niveles de persistencia al tratamiento”, explica el Dr. De la Cueva. Asimismo, Manfredi hace hincapié sobre el empoderamiento del paciente y “la necesidad de concienciar a los administradores sobre cómo afecta la psoriasis y sus repercusiones psicosociales si el paciente no está bien tratado”.

Desde el punto de vista clínico, el especialista comenta que “el dermatólogo debe evaluar la mejoría mantenida por el paciente en el tiempo del tratamiento con buenas cotas de seguridad”. Asimismo, “ser eficientes nos va a permitir distribuir lo mejor posible los recursos sanitarios y que los fármacos sean eficaces e incurran en el menor gasto posible, algo que facilitará poder tratar a más pacientes”, añade el experto.

Existen muchos aspectos que se tienen en cuenta cuando se prescribe un fármaco biológico. En este sentido, "el tratamiento debe ser individualizado y la decisión debe nacer del acuerdo terapéutico entre médico y paciente", apunta el Dr. De la Cueva. Las características generales del paciente, la gravedad de la psoriasis, los tratamientos previos realizados, la distribución de las lesiones, las comorbilidades asociadas, como la artritis psoriásica, entre otros muchos factores, son factores que el especialista debe tener en cuenta para tomar la decisión final. "Por ello, durante el simposio se ha incidido en el término persistencia como un factor a tener en cuenta en esta decisión terapéutica, al as