Hasta hace poco, para los pacientes con Leucemia Linfática Crónica (LLC), con Linfoma de Células del Manto (LCM) o con Macroglobulinemia de Waldenström (MW), la quimioterapia se presentaba como la única solución posible para frenar su enfermedad, y solo en aquellos casos en los que los pacientes fueran aptos para recibirla. Se quedaban fuera los pacientes mayores, que por su avanzada edad no toleran la quimioterapia, algunos pacientes en recaída o aquellos con determinadas alteraciones genéticas, pero que a partir de ahora podrán ser tratados con las novedades terapéuticas que se van incorporando al abordaje de estas neoplasias hematológicas.

El doctor Francesc Bosch, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, y participante en el simposio “Cambiando Paradigmas en Neoplasias Linfoides”, organizado recientemente por Janssen, valora positivamente los avances en el abordaje terapéutico de su especialidad, la LLC, de la que en España se diagnostican 1.800 casos al año, y explica que ahora “estamos ante fármacos dirigidos, es decir, medicamentos no quimioterápicos, y que por tanto no tienen los efectos secundarios de la quimioterapia que estábamos usando hasta el momento”.

Según precisa el doctor Bosch “estos medicamentos se están utilizando en pacientes no tratados previamente y con ciertas alteraciones genéticas que nos hacen suponer que no van a responder al tratamiento quimioterápico, y también están indicados como tratamiento después de haber recibido quimioterapia”. “No obstante- añade- “lo importante es que hay un grupo de pacientes que antes no podíamos tratar porque no teníamos nada”.

Los 250 asistentes al simposio tuvieron también acceso a los resultados de las investigaciones de otros expertos en Linfoma de Células del Manto y Macroglobulinemia de Waldenström, que junto al doctor Bosch, dedicaron un apartado a la exposición de datos recogidos en estudios basados en ibrutinib, un fármaco dirigido, de administración oral, y que ha demostrado tasas de eficacia, tolerabilidad y seguridad satisfactorias.

“Futuro brillante” del abordaje de la Macroglobulinemia de Waldemström

Entre los ponentes, el doctor Steven Treon, Director del Bing Center for Waldenstrom’s Macroglobulinemia del Dana Farber Cancer Institute, en Boston, Massachusetts (EE.UU.), fue el encargado de profundizar en el tratamiento de la Macroglobulinemia de Waldenström (MW), aportando los resultados del estudio que ha dirigido y publicado en la revista The New England Journal of Medicine, en el que por primera vez se ha demostrado la eficacia de un fármaco, específico para el tratamiento específico de MW, ibrutinib. Frente a este hallazgo, el doctor Treon augura “un futuro brillante” en el abordaje de esta enfermedad, y añade que “encontrar un tratamiento como ibrutinib constituye un gran avance, ya que se trata de un medicamento que  no destruye el sistema inmune, dado su carácter selectivo, que ataca exclusivamente a las células que mutan”.

La Macroglobulinemia de Waldenström, explica Treon, “es una enfermedad que afecta a determinadas células inmunitarias, encargadas de protegernos frente a las infecciones; estas células mutan, y debido a esta mutación, crecen y desplazan a células buenas. Además, las células que han mutado también generan mucha cantidad de proteína IgM, responsable de protegernos de las infecciones, aunque en grandes cantidades puede atacar a diversas estructuras importantes del organismo, como el sistema nervioso, y desembocar en una neuropatía”.

Según el especialista estadounidense, estas mutaciones pueden venir provocadas por factores ambientales, que causen alguna infección, aunque también se considera que intervienen factores de carácter genético. “En mi experiencia clínica- comenta Treon-, casi un 25% de mis pacientes tienen antecedentes familiares de MW, por lo que pienso que la predisposición genética en el desarrollo de esta enfermedad es muy importante”. En este sentido, el doctor también puntualiza la importancia de la etnia en el desarrollo de esta neoplasia, asegurando que, al igual que ocurre con la LLC, “es más prevalente en Europa y Norteamérica, que en África, Asia, donde es muy raro encontrar casos”.

Información sobre Ibrutinib

Ibrutinib es el primero de los inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton (BTK) que actúa formando un fuerte enlace covalente con esta proteína para bloquear la de las señales de supervivencia celular en los linfocitos B malignos. Con este bloqueo, ibrutinib ayuda a eliminar y reducir el número de células cancerosas.

Ibrutinib está aprobado en Europa para el tratamiento de pacientes adultos con linfoma de células del manto en recaída o refractario, el tratamiento de pacientes adultos con leucemia linfática crónica, que han recibido al menos un tratamiento previo, o en primera línea en presencia de deleción del 17p o mutación de TP53 en pacientes en los que la inmuno-quimioterapia no se considera adecuada; y es el primero aprobado específicamente para tratar la Macroglobulinemia de Waldenström, en pacientes que han recibido al menos un tratamiento previo o para el tratamiento de primera línea en pacientes en los que la inmuno-quimioterapia no se considera apropiada. Ya están en marcha investigaciones para el uso de ibrutinib, solo o en combinación con otros tratamientos para diversos tipos de neoplasias hematológicas, incluidas LLC, LCM, MW, linfoma difuso de células B grandes (LDCG-B), linfoma folicular (LF), mieloma múltiple (MM) y linfoma de la zona marginal (LZM).

Ibrutinib ha sido desarrollado con la colaboración de CilagGmbH International integrante del grupo de compañías de Janssen Pharmaceutical y Pharmacyclics, Inc.  Las filiales de Janssen comercializan IMBRUVICA en la zona EMEA (Europa, Oriente Medio y África), así como en el resto del mundo, excepto en Estados Unidos, donde lo comercializan Janssen Biotech, Inc. y Pharmacyclics, conjuntamente. Janssen y Pharmacyclics prosiguen con un programa de desarrollo clínico extensivo para IMBRUVICA, que incluye compromisos de estudio fase 3 en varias poblaciones de pacientes

 

Fuente: Cícero Comunicación