Fomentar el diagnóstico precoz; tratar la enfermedad en centros especializados y desde una perspectiva multidisciplinar; y favorecer el acceso a las nuevas terapias; son tres de los pasos imprescindibles que deben darse para mejorar el pronóstico del cáncer de ovario. Éstas es una de las principales conclusiones que se han expuesto hoy durante el V Foro Cáncer de Ovario, organizado por PharmaMar en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, con el objetivo de poner en común la experiencia y los últimos avances terapéuticos en esta enfermedad para, así, mejorar su abordaje clínico. En España se diagnostican más de 3.000 nuevos casos cada año de cáncer de ovario, según datos del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO).

“El cáncer de ovario es una enfermedad devastadora, aunque no es frecuente pues sólo supone un 4,8% de la incidencia de cáncer. Sin embargo, es la séptima causa de muerte por cáncer y la principal por tumores ginecológicos. Esto se debe fundamentalmente a que se diagnostica muy tarde en la mayoría de los casos. De hecho, el 75% de los tumores de ovario son detectados en fase avanzada debido a su escasa sintomatología. Esto impacta en su supervivencia que es del 70-90% a los cinco años para las mujeres en las que la enfermedad se detecta en estadio iniciales, y menor del 20% cuando el diagnóstico se realiza en estadios avanzados”, ha explicado la doctora María Jesús Rubio, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y coordinadora del Foro.

Para esta especialista, adoptar medidas para favorecer un diagnóstico precoz de la enfermedad es fundamental para reducir esta mortalidad. Entre ellas, considera esencial la formación continuada de los profesionales sanitarios. “La formación continuada podría contribuir a que el médico de Atención Primaria tuviera presente los síntomas de alarma del cáncer de ovario—meteorismo, distensión y dolor abdominal y alteraciones en la micción, entre otras—, lo cual permitiría un aumento de diagnósticos en estadios precoces de la enfermedad.  También es importante porque, tras el diagnóstico, debe pautarse un tratamiento adecuado mediante una cirugía citorreductora óptima, seguida de quimioterapia complementaria adecuada”, ha añadido la doctora Rubio.

Nuevas terapias y supervivencia

Aunque existe mucho margen para mejorar el pronóstico de la enfermedad y reducir la mortalidad asociada a la misma, la supervivencia del cáncer de ovario ha mejorado en la última década (34% para casos diagnosticados entre 1980 y 1985, y 44% para los diagnosticados entre 1990 y 1994, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica), y se espera que esta tendencia continúe.

En esta línea, el doctor Andrés Poveda, Jefe del Área Clínica de Oncología Ginecológica del Instituto Valenciano de Oncología (IVO) y presidente del Gynecologic Cancer Intergroup, ha explicado que esta mejora se debe a los avances que se han producido en el abordaje de la enfermedad. “En la actualidad, los pacientes tienen acceso a una cirugía adecuada realizada por especialistas en ginecología oncológica. También se han producido mejoras en el diagnóstico al tener mejor conocimiento de los distintos tipos de tumores que existen con la ayuda de la biología molecular y disponemos de un mayor arsenal de tratamiento médico y de terapias dirigidas que por fin han llegado a esta patología para quedarse”, ha asegurado el doctor Poveda.

En opinión de este experto, las nuevas opciones de tratamiento auguran un mejor futuro para las pacientes con cáncer de ovario. “Tenemos cada vez más opciones que nos animan a ser optimistas con nuestras pacientes. Por ejemplo, sabemos de la actividad de trabectedina (Yondelis®) especialmente en pacientes parcialmente sensibles a platino, donde ha demostrado aumentar la supervivencia global. Además la llegada de los antiangiogénicos y de otras terapias son una gran noticia para nuestras pacientes, ya que podremos empezar a tratar a la carta el cáncer de ovario”.

Sobre este aspecto, el doctor Antonio González, jefe del Servicio de Oncología Médica del MD Anderson Cancer Center y presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), ha explicado que la aparición de nuevas terapias plantea nuevos retos en el abordaje de la enfermedad. “Hoy día disponemos de varias estrategias de tratamiento –subraya este especialista- y el reto para el oncólogo es seleccionar la secuencia más ventajosa para la paciente

Según los especialistas presentes, la aparición de nuevas terapias debe ir acompañada de otras medidas que también repercutirán en el pronóstico de la enfermedad, como mejorar un acceso equitativo al diagnóstico y tratamiento, favorecer un enfoque multidisciplinar, adoptar las recomendaciones internacionales y fomentar la investigación.

“Existen diferencias en el abordaje de la enfermedad entre España y los países de su entorno. La cirugía, que es clave, no está desarrollada por igual, ni siquiera dentro de un mismo país. Tampoco es igual el acceso a diagnósticos de imagen, patológicos o moleculares, ni tampoco el acceso a los nuevos fármacos. En nuestro país tenemos un nivel bastante bueno, pero no podemos relajarnos ni en investigación ni en la exigencia del cumplimiento de Guías o Consensos Internacionales, como el que recientemente hemos actualizado en Tokio dentro del grupo mundial de cáncer ginecológico (GCIG)”, ha asegurado el doctor Poveda. 

Para este especialista, la recomendación es clara: el cáncer de ovario debe tratarse en centros especializados que dispongan de todas las disciplinas o especialidades necesarias para ofrecer un tratamiento global. “Los patólogos, radiólogos, biólogos moleculares, etc. deben estar familiarizados con la enfermedad. Es también clave en el tratamiento del cáncer de ovario la participación de psicólogos o fisioterapeutas, por poner ejemplos concretos”, ha añadido.

En esta misma línea, se ha pronunciado el doctor Antonio González, para quien “la multidisciplinariedad marca la diferencia en el tratamiento de una paciente con cáncer de ovario, pues un abordaje óptimo ha demostrado que impacta en la supervivencia global”.

Otro de los puntos fundamentales a abordar es la investigación. Para los expertos, si no se destinan los recursos suficientes a investigar sobre el cáncer de ovario no se podrá conocer mejor la enfermedad, ni desarrollar medicamentos cada vez más eficaces para tratarlo. Esto, a su parecer, requiere de un esfuerzo público y privado. “La investigación es costosa, pero siempre devuelve lo invertido. Sufragar el conocimiento es en mi opinión lo que acaba diferenciando a las sociedades, a los países, y debe ser apoyado por el estado y también por fundaciones o entidades privadas, como es habitual en otros modelos de sociedades que funcionan en el primer mundo. Si nosotros mejoramos podemos además ayudara a sociedades con menos recursos, es de justicia lo mires por donde lo mires”, ha apostillado el doctor Poveda.

Según el doctor González, “la investigación clínica cooperativa en el seno de grupos como GEICO, permite el acceso de las pacientes a nuevas terapias y es el resorte más importante para mejorar el tratamiento médico de las pacientes con cáncer de ovario avanzado”.

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Fuente: Ogilvy